Estudio
Detectan preocupantes niveles de de contaminantes cancerígenos en huevos de gallina españoles
"Es un caso de manual de acumulación tóxica en el medio ambiente y en la cadena alimentaria"
Varios estudios recientes han revelado preocupantes niveles de contaminación por dioxinas, PFAS y metales pesados en las zonas cercanas a incineradoras de residuos en España (Zubieta), Francia (París) y Países Bajos (Harlingen). Estas sustancias peligrosas se han detectado en el suelo, el agua, la vegetación e incluso en alimentos, lo que representa un grave problema medioambiental y para la salud pública.
Abel Arkenbout, jefe de investigación de la fundación ToxicoWatch, responsable del estudio junto a la ONG Residuo Cero (Zero Waste Europe), calificó este hallazgo como un claro ejemplo de "acumulación tóxica en el medio ambiente y en la cadena alimentaria". Los estudios han demostrado que los niveles de dioxinas en musgos, suelos y huevos de gallinas de traspatio superaron los límites establecidos por la Unión Europea en los tres emplazamientos analizados.
Uno de los hallazgos más alarmantes proviene de un patio escolar en el distrito de Ivry-sur-Seine, en París, donde se detectaron niveles preocupantes de contaminantes. Además, en Harlingen, Países Bajos, los niveles de PFAS en los huevos fueron similares a los detectados cerca de una planta de fluorquímicos, a pesar de que no existe una industria de este tipo en la zona.
En el caso de Zubieta, en España, los "químicos eternos" o sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) se encontraron en todos los huevos de gallinas de traspatio analizados en las proximidades de la incineradora. En lugares como Hernani y Andoain, las concentraciones de PFAS superaron los límites máximos permitidos por la UE. En 2024, también se detectaron estos compuestos en una fuente de agua potable cercana a Andoain, una zona previamente considerada prístina, agregan los investigadores.
Uno de los hallazgos más graves se produjo en Hernani, a solo 3,5 kilómetros de la incineradora de Zubieta, donde se encontró el huevo con "el nivel de dioxinas más alto registrado por la fundación ToxicoWatch en Europa en los últimos 13 años". Este huevo contenía 38 pg TEQ/g de grasa, más de 10 veces el límite legal de la UE, lo que representa la medición más alta de dioxinas en Europa registrada por la fundación a partir de análisis realizados en 2024.
Además, las muestras de musgo mostraron concentraciones de dioxinas hasta 300 veces superiores a los niveles de referencia antes de que la incineradora comenzara a operar en 2020. Los estudios también identificaron metales pesados como plomo, mercurio y arsénico en las zonas cercanas a viviendas, parques y escuelas en las tres localidades analizadas.
Estos resultados han generado una gran preocupación y crítica hacia el sistema de supervisión medioambiental. Janek Vahk, responsable de comunicación de Zero Waste Europe, afirmó que estos hallazgos constituyen un fallo sistémico, alertando que las comunidades cercanas a las incineradoras están siendo expuestas a niveles peligrosos de sustancias químicas tóxicas.
En este sentido, la plataforma pidió a las instituciones de la UE y a los gobiernos nacionales que actúen "con urgencia", instando a la implementación de "una monitorización obligatoria y en tiempo real de las emisiones de contaminantes orgánicos persistentes en todas las instalaciones de valorización energética de residuos, especialmente durante operaciones no estándar".
Asimismo, Zero Waste Europe solicitó que se realice "una biomonitorización regular en las zonas cercanas a las incineradoras", con especial atención a las áreas de producción de alimentos y a las poblaciones vulnerables.