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Detenido un miembro de «La Manada» tras intentar robar una gafas de sol

Ángel Boza trató de atropellar a dos vigilantes jurados en su huida de un centro comercial de Sevilla

Ángel Boza, en el juzgado
Ángel Boza, en el juzgadolarazon

Ángel Boza trató de atropellar a dos vigilantes jurados en su huida de un centro comercial de Sevilla.

Agentes de la Policía Local de Sevilla detuvieron ayer a un miembro de «La Manada», Ángel Boza, por sustraer supuestamente unas gafas de sol de un centro comercial y tratar de atropellar con su coche a los vigilantes de seguridad.

La detención se produjo poco antes de las 22:00 horas de ayer por parte de agentes del Grupo Giralda (Policía Turística) de la Policía Local de Sevilla, que interceptaron a Boza en la Avenida Menéndez Pelayo de la capital sevillana, cerca del centro comercial de la barriada de Nervión, donde se produjeron los hechos.

Ángel Boza conducía un vehículo con el que trató de atropellar, presuntamente, a dos vigilantes del centro comercial que le sorprendieron sustrayendo unas gafas de sol del establecimiento.

Los agentes de seguridad privada persiguieron a Boza hasta los aparcamientos del centro donde tenía estacionado su vehículo y, lejos de atender las indicaciones de los vigilantes, arremetió con su coche contra dos de ellos, que resultaron lesionados y precisarán asistencia médica, aunque su estado no reviste gravedad.

Los responsables del centro comercial comunicaron lo ocurrido al Grupo Giralda de la Policía Local, cuyos agentes localizaron el coche y a Ángel Boza, de 27 años, circulando en las inmediaciones de los Jardines de Murillo, en la citada avenida Menéndez Pelayo de la capital.

El detenido tiene en vigor una suspensión temporal del permiso de conducción por un juzgado de lo Penal de Sevilla, lo que supone la comisión además de un delito contra la seguridad vial.

Al cierre de esta edición se encontraba en dependencias policiales para la práctica de las diligencias oportunas.

Ángel Boza es uno de los cinco miembros de «La Manada» condenados el pasado abril a una pena de nueve años de prisión por un delito abusos sexuales a una joven madrileña durante la celebración de las fiestas de San Fermín en 2016. Como sus amigos, quedó en libertad el pasado 22 de junio tras abonar cada uno los 6.000 euros de fianza impuesta para eludir la prórroga de la prisión provisional.

Cuando decretó su puesta en libertad, el tribunal impuso a los condenados la obligación de comparecer tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes) en el juzgado de guardia su localidad de residencia, la prohibición de acceder a la Comunidad de Madrid (lugar de residencia de la denunciante), la prohibición de comunicación con la víctima por cualquier medio o procedimiento, la retirada del pasaporte y la prohibición de obtenerlo en un futuro, la prohibición de salir del territorio nacional sin autorización judicial y la designación de un domicilio donde puedan ser hallados, así como un teléfono de contacto, con la advertencia expresa de que en el caso de no ser localizados en esos domicilios de inmediato se expedirá la correspondiente requisitoria (orden de busca y captura).

Boza, el miembro más joven de «La Manada», fue apartado el pasado mayo del módulo 4 de la prisión de Pamplona por participar en una agresión grupal a un condenado por abuso sexual.

Ángel Boza cuenta con antecedentes por delitos de robo con fuerza y contra la seguridad vial. Además, es un habitual reincidente en la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. A principio de año el sevillano participó en una paliza a un interno musulmán que acababa de ingresar por abusar sexualmente de una chica en un bar. En la agresión se vieron implicados tres presos más.