Tradiciones

Día de Santa Lucía: ¿Por qué debemos quemar el muérdago el 13 de diciembre?

La creencia popular sostiene que este acto trae consigo prosperidad y alegría para el próximo año

Muérdago
MuérdagoPixabay

En varios rincones del mundo, donde la tradición y la espiritualidad se entrelazan, el 13 de diciembre marca el Día de Santa Lucía, una festividad que rinde homenaje a la mártir cristiana conocida por su devoción y valentía. Sin embargo, entre las numerosas costumbres asociadas con este día, destaca una práctica peculiar: la quema del muérdago.

El muérdago, una planta de hojas perennes y bayas blancas y rojas, ha sido un símbolo de buena suerte, amor y protección durante siglos. En el Día de Santa Lucía, la tradición dicta que se debe recolectar el muérdago durante la noche anterior, preferiblemente bajo la luz de la luna, para que adquiera propiedades místicas.

La creencia popular sostiene que quemar el muérdago el 13 de diciembre trae consigo prosperidad y alegría para el próximo año. Los devotos aseguran que el humo liberado durante la quema actúa como un vehículo para llevar sus deseos y peticiones a los cielos, donde Santa Lucía, la protectora de la vista y la luz, los escuchará.

En un mundo moderno donde las tradiciones ancestrales a menudo se desvanecen, la práctica de quemar el muérdago en el Día de Santa Lucía sigue siendo una costumbre arraigada en la cultura local. En algunos países, familias y comunidades se reúnen alrededor de fogatas, compartiendo historias, cantos y, por supuesto, participando en la quema ritual del muérdago.

Aunque algunos escépticos pueden considerar esta tradición como una simple superstición, para aquellos que participan, la quema del muérdago en el Día de Santa Lucía es una expresión de esperanza, renovación y conexión con las fuerzas espirituales que guían sus vidas. Así, el fuego que consume el muérdago se convierte en un símbolo de la luz que Santa Lucía trajo al mundo, iluminando los corazones de quienes la celebran en este día especial.