Caso La Manada

«Efecto Manada»: 51 agresiones sexuales múltiples desde los Sanfermines de 2016

51 agresiones sexuales múltiples se han registrado desde los Sanfermines de 2016, según un informe elaborado por periodistas. Los expertos alertan: «Estamos viendo la consecuencia del fácil acceso de los menores al porno. Repiten esas conductas y las normalizan»

«Efecto Manada»: 51 agresiones sexuales múltiples desde los Sanfermines de 2016
«Efecto Manada»: 51 agresiones sexuales múltiples desde los Sanfermines de 2016larazon

51 agresiones sexuales múltiples se han registrado desde los Sanfermines de 2016, según un informe elaborado por periodistas. Los expertos alertan: «Estamos viendo la consecuencia del fácil acceso de los menores al porno. Repiten esas conductas y las normalizan».

Se hacen llamar «La Nueva Manada» y han hecho saltar todas las alarmas. ¿Y si el caso que se vivió en los Sanfermines de 2016 no fuese tan aislado como se piensa?

La pasada noche de San Juan, cinco amigos canarios decidieron imitar el comportamiento de «La Manada» sevillana. Según fuentes policiales, cuatro hombres y un menor de edad drogaron a una chica de 16 años en la Playa del Inglés, la violaron y lo grabaron con sus móviles. Cuando fueron llevados a los calabozos, se jactaron de su horrible hazaña y tras prestar declaración fueron puestos en libertad. La jueza así lo decidió desoyendo a la Fiscalía.

A punto de cumplirse dos años de la agresión sexual múltiple –según la sentencia no fue violación– que tanto impactó a la opinión pública española, se han contabilizado nada menos que 51 casos similares desde entonces. Esos son los datos que maneja el informe Geo Violencia Sexual, a partir de una investigación hemerográfica realizada por Feminicio.net, un portal creado por periodistas y que recoge todos los casos de violencia de género, incluso los que no son considerados como tal por la Administración.

La directora del proyecto, Graciela Atencio, cuenta a LA RAZÓN que la idea de crear Feminicidio.net nace en 2010: «Nos dimos cuenta de que la ley sólo reconoce como violencia de género la muerte de mujeres a manos de sus parejas, así que empezamos a documentar todos los asesinatos de mujeres a manos de hombres». Fue entonces cuando se percataron de que algunos tipos de violencia machista han sido tradicionalmente silenciada «como los asesinatos de mujeres a manos de sus hijos –en lo que va de año se han contabilizado ocho casos – o las agresiones de prostitutas, por ejemplo». En esta labor se hallaba inmerso el grupo Feminicio cuando salió a la luz el caso de «La Manada». «Esta noticia nos motivó a contabilizar las agresiones sexuales múltiples, invisibles hasta ese momento para los medios de comunicación y la sociedad en general». Y les dieron prioridad. Fue entonces cuando nació la base de datos Geoviolencia Sexual. Desde el año 2016 , siguiendo las fuentes oficiales y las noticias, han detectado 51 casos de agresiones sexuales múltiples, 32 de ellas en grado de violación. Lo realmente alarmente es que es una práctica en aumento: en lo que va de año se han producido 24 , 11 más que en 2017 y 10 más que en 2016. ¿Acaso el paradigmático caso de «La Manada» ha creado un efecto imitación?

Atencio explica que trabajan con varias hipótesis. Por un lado, dice, puede que la oleda de solidaridad feminista en apoyo a la chica de Sanfermines haya motivado a otras mujeres a no tener miedo a denunciar este tipo de violencia machista. Y por otro, «estamos observando que, ciertamente, puede haber un efecto llamada o imitación, pero necesitamos estudiarlo con más profundidad y a más largo plazo, pero sí vemos ciertos patrones comunes con los de «La Manada». Se refiere al aumento de casos de violencia sexual pornificados. En el 15% de todos los episodios registrados, los agresores grabaron con sus móviles los hechos, «una práctica que tiene que ver con el porno», dice la periodista. Y pone de ejemplo el último caso de agresión sexual en grupo, el acontecido en Mazarrón (Murcia): «Varios adolescentes se ponen en fila y obligan a dos chicas, también menores, a hacerles una felación, y eso es una conducta aprendida del porno hegemónico, que es violento, donde este tipo de escenas son de lo más comunes».

El grupo de psicólogos y expertos con los que trabaja Feminicido apunta a que los efectos del fácil acceso de los menores a la pornografía, sobre todo a partir de la eclosión de Internet en el año 2000, ya se están observando: «Los adolescentes están tomando como educación sexual el porno hegemónico. Antes de besar a una niña o de enamorarse, consumen el tipo de pornografía que cosifica a la mujer y repiten estos comportamientos como algo normal». Ésta, de hecho, puede ser otra hipótesis que explique el aumento de agresiones sexuales en grupo, muchas de ellas con menores implicados.

El psiquiatra infantil Javier Urra no considera que «La Manada» haya provocado un efecto llamada, pero advierte de que «el problema es que estamos educando a los niños, no para ser ciudadanos, sino clientes» . «Eso quiere decir que siguen aquello de ''me apetece, lo pago y lo hago'', algo que se ve perfectamente en la prostitución», aclara.

«Es la sociedad del todo vale», explica el psiquiatra. Y esa apetencia instintiva sale reforzada cuando se forma parte del grupo, dice Urra. «Cuando un grupo de chicos asalta a una mujer, la responsabilidad se difumina y además los miembros se sienten reforzados y protegidos». Asimismo, considera que este tipo de adolescentes «no buscan este tipo de prácticas sexuales cercanas a la bacanal por el placer, es simplemente el exceso por el exceso. Son niños que se están educando en la pornografía y no son conscientes de lo que está bien o no». «No saben lo que es realmente el sexo, ni la importancia de que el otro disfrute y eso es preocupante», insiste.

El grupo que coordina Atencio pone el foco también en dos problemas inmediatos. El primero, la llegada del verano y las fiestas populares –entre ellas los Sanfermines, con más de un millón y medio de visitantes– con la consiguiente necesidad de reforzar las campañas de prevención para evitar la violencia sexista Y, por otro, la laxa actitud de la Justicia. «Este año, hasta en tres ocasiones la víctima ha retirado la denuncia, como en el caso de la chica de la discoteca Razzmataz, y eso es muy peligroso. En muchas ocasiones si la mujer no se siente respaldada por la Justicia no sigue adelante y el caso se diluye», por lo que «la Fiscalía debería intervenir en todos los casos», apunta. Y recuerda, en este sentido, que las dos Manadas han quedado en libertad , «lo que demuestra lo barato que sale en España violar a una mujer».