Cuidados
Los efectos secundarios de una resonancia magnética: lo que debes saber antes de hacértela
Sigue siendo una herramienta diagnóstica segura y de gran utilidad en la mayoría de los casos
Cuando se realiza una resonancia magnética empleando contraste, se administra gadolinio, un metal raro que mejora la calidad de la imagen.
Aunque la mayoría de las personas lo eliminan en menos de 24 horas, su estructura química puede, en ciertos casos, no degradarse por completo en el organismo.
El papel del ácido oxálico
Investigaciones han detectado que el ácido oxálico, presente de forma natural en alimentos como espinacas, remolacha o vitamina C puede interactuar con el gadolinio, provocando la formación de nanopartículas de oxalato de gadolinio.
Estas partículas son capaces de integrarse en células y acumularse en tejidos incluso si la función renal es normal.
¿Qué es la fibrosis sistémica nefrogénica?
En pacientes con función renal reducida, especialmente en casos de enfermedad renal crónica avanzada o en diálisis, ciertos tipos de agentes de contrastese han vinculado a una enfermedad denominada fibrosis sistémica nefrogénica.
Esta afección produce engrosamiento de la piel, rigidez articular y puede afectar órganos internos como el corazón y los pulmones.
Normativas y cambios recientes en su uso
Tras años de casos de fibrosis sistémica nefrogénica vinculados a ciertos agentes lineales, las autoridades sanitarias han restringido su uso, favoreciendo los contrastes con estructura macrocíclica, que presentan mayor estabilidad y menor riesgo de liberar gadolinio libre al cuerpo.
Las pautas actuales exigen evaluar la función renal antes de administrar contraste y evitar dosis innecesarias.
Síntomas posibles tras una resonancia con contraste
En personas sin problemas renales, en muy raras ocasiones, pueden aparecer síntomas transitorios como náuseas, mareo, dolor en el punto de inyección o sensación de calor momentánea.
En casos más complejos o con depósito prolongado es posible la fatiga persistente, cefaleas, molestias articulares, rigidez muscular o síntomas cutáneos leves.
En pacientes renales de alto riesgo puede provocarse un engrosamiento de la piel, movilización limitada o dolor intenso, y complicaciones en órganos internos si aparece NSF.