Adicciones

Los jóvenes, más adictos a internet que a las drogas

El 18% de los adolescentes usa de manera abusiva las redes sociales, casi cuatro puntos más que el consumo total de drogas ilegales en España

Los jóvenes, más adictos a internet que a las drogas
Los jóvenes, más adictos a internet que a las drogaslarazon

El 18% de los adolescentes usa de manera abusiva las redes sociales, casi cuatro puntos más que el consumo total de drogas ilegales en España.

En los últimos años, la dependencia a las redes sociales se está convirtiendo en algo más que común. Olvidarse del móvil llega a producir una ansiedad tan profunda como el hecho de no contestar a los mensajes de forma inmediata o de subir una foto al instante. Casi nadie, hoy, sería capaz de poner en duda las mejoras que han traído consigo las nuevas tecnologías. Sin embargo, condicionar la vida a un dispositivo puede llegar a ser perjudicial para la salud.

En concreto, el 18% de los adolescentes españoles usa de manera abusiva las tecnologías, casi cuatro puntos más que el consumo total de las principales drogas ilegales en nuestro país. Según el Observatorio Español de la Droga y la Toxicomanía, en un informe realizado en 2016, el consumo habitual de cocaína, heroína, cannabis, éxtasis y anfetaminas sumaba un 14,3% al inicio de la adolescencia. Lo que demuestra que para muchos el acceso a internet es algo propio de la nueva era, pero para otros tantos es un lastre que les genera tanta o más adicción que cualquier otra sustancia ilícita.

La realidad es que Facebook, Snapchat e Instagram están sustituyendo con creces a la vida real, hasta tal punto que se han desarrollado programas en clínicas y ONGs para rehabilitar a personas adictas a estos aparatos. «Respecto a las drogas tradicionales, lo que se pretende es romper con la actividad que genera esa adicción», explica a LA RAZÓN Andrés Carmona, experto en el trabajo con menores y jóvenes de la Unión Nacional de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente. «En cambio, sobre los videojuegos y las redes sociales contamos con un hándicap importante: los chicos van a tener que seguir usando estas herramientas el resto de su vida, por lo que no se puede extinguir el uso radical de las mismas».

Los datos son claros: casi dos de cada 10 adolescentes viven inmersos en una burbuja digital, lo que se asocia a un incremento del fracaso escolar y al consumo de drogas. Así lo revela la «Estrategia Nacional de Adicciones 2017-2024» –cuyo presupuesto supera los mil millones de euros–, en la que se estudia también por primera vez la perspectiva de género y la atención a los supervivientes de la epidemia de heroína de los años 80. Por lo tanto, el objetivo es identificar el uso problemático que se hace de la red y, a partir de ahí, determinar las áreas que pueden verse afectadas. «Hay que saber prevenir las situaciones de riesgo», insiste Carmona, «para atajar los problemas de relación con los iguales, con la salud, con el estudio...».

Uno de ellos es, sin duda, el juego tanto online como presencial. El plan, aprobado ayer por el Consejo de Ministros a propuesta de la titular de la cartera de Sanidad, Dolors Montserrat, señala que el 44,8% de las personas con este problema –que son un 0,9% del total– han jugado antes de alcanzar la mayoría de edad. Es más, el 9,8% reconoce haber apostado dinero. «A la hora de tratar estos temas, los padres deben saber educar, tener conocimiento, aplicar filtros o controlar horarios», comenta a este medio Luis Bononato, presidente de Proyecto Hombre. «Si no se hace, se darán casos de aislamiento, faltas de respeto, violencia... Que ya exista una estrategia demuestra el alcance de la situación».

En ella, por ejemplo, ya se prevé regular la publicidad para que no incluya mensajes que inciten al juego. Lo que no quiere decir que se vaya a eliminar. «Se van a determinar una serie de requisitos que deberán de cumplir los anuncios siempre desde las perspectivas y los ámbitos de los menores», señalan desde el Ministerio de Sanidad sobre este proyecto, que estará puesto en marcha en 2018. «De lo que se trata es de priorizar a los jóvenes y a las mujeres, contribuyendo a construir una sociedad más saludable».

El texto llama la atención, además, sobre las nuevas aplicaciones para encontrar pareja o quedar con gente –tipo Tinder o Grinder–, que están introduciendo dinámicas para favorecer las relaciones sexuales ligadas al consumo de drogas. «Se diseminan nuevos patrones para el consumo ligado a prácticas sexuales como el ''chemsex'' o el ''slamming'', que implican estupefacientes para aumentar la desinhibición y la duración de las sesiones». Esto, unido a los índices de dependencia de las nuevas tecnologías, ha llevado al Gobierno a referirse explícitamente a un «uso patológico de Internet» y de las redes sociales.

«Es cierto que las mujeres se han incorporado con fuerza al campo de las aplicaciones y de las apuestas de pago, pero siguen siendo una minoría. Sin embargo, la jóvenes de 14 y 15 años lideran el uso abusivo de internet y el consumo de alcohol y tabaco», alertan desde Sanidad. Por eso, entre las novedades de la estrategia se encuentra la mejora de su acceso a los tratamientos, pues suelen retrasarse al encontrarse con más barreras en el acceso a la atención e incorporación social.

También se pone el foco sobre la generación de los 80 que convivió con los años más complicados respecto al consumo de heroína, analizando su «incidencia» y abordando el aumento de la cronicidad. «Hoy, en cambio, tenemos unos chicos con problemas de control de impulsos y con un baja percepción del riesgo», concluye Carmona. «Por eso hay que actuar antes».