El juez sólo mantiene abierta la causa de presuntos abusos contra Román

De 12 imputados a uno. Así se podría resumir el aparente giro de casi 180 grados entre el primer y el segundo auto del juez que lleva el caso de los presuntos abusos sexuales cometidos por miembros del Arzobispado de Granada. El titular de Instrucción número 4 de Granada, Antonio Moreno, sólo continuará la causa abierta contra Román Martínez Velázquez de Castro, ya que los delitos que se imputaban a los otros 11 han prescrito, como informó ayer el TSJ de Andalucía. La diferencia es que mientras a Román se le imputan delitos de abuso sexual con introducción y de forma continuada en el tiempo, al resto se les imputan delitos de abusos sexuales sin introducción, exhibicionismo y encubrimiento. Y el Código Penal a aplicar, determina que los abusos recién citados tendrían penas que no superarían los tres años de prisión. De modo que cuando David, el primer denunciante, cumplió 18 años, en enero de 2008, empezó la contrarreloj superando «los tres años previstos en la ley como plazos de prescripción para dichos delitos», precisó el auto, que incide en que se declaran prescritos («caducaron» en 2011) «por imperativo aplicativo de la Ley Penal». No así en el caso de Román, ya que los delitos de los que se le acusa están castigados con penas de prisión de cuatro a 10 años, por lo que aún no han prescrito.

De hecho, no es un vuelco de 180 grados, porque el juez no sobresee a los imputados: «La prescripción no supone la declaración de inexistencia de pruebas de indicios de comisión». Es decir, según el juez, sí existen indicios de comisión de delitos y por eso no archiva la causa de estos 11 imputados.

Ahora, las partes tienen 10 días hábiles para recurrir. «Es casi seguro que plantearemos un recurso de apelación al entender que en los hechos que se relatan en la denuncia de mi cliente podría haberse cometido el delito de corrupción de menores y aparecer como autores del mismo tanto Román como el resto de denunciados», explicó a LA RAZON el abogado del primer denunciante. Quien no tiene previsto recurrir es Javier Muriel, abogado de Román. «Aún no lo he decidido, pero me parece que no vamos a recurrir. Estoy pendiente de poner un recurso de apelación de tres autos –intervención telefónica, incomunicación y registro de su casa– en la Audiencia Provincial de Granada», precisó a este periódico.

En cuanto a si el profesor civil de Religión Sergio Quintana podrá o no dar clase, depende de que la Iglesia le dé una carta de idoneidad. «Se le retiró la idoneidad en su momento y todo sigue igual», afirmaron desde el Arzobispado de Granada.