Reforma de la Ley del Aborto
El PSOE fracasa en su intento de que Estrasburgo condene la Ley del Aborto
Los socialistas tampoco logran que se debata en el Pleno
El Parlamento Europeo vivió ayer un intenso debate sobre la «No discriminación en el marco de los derechos de salud sexual y reproductiva» en el que el PSOE y otros grupos de izquierda intentaron sin éxito lograr el respaldo de la Comisión Europea para criticar el proyecto de reforma de la Ley del Aborto de España.
Asimismo, los progresistas tampoco consiguieron que el asunto pasara de ser un debate en el Pleno –con escasos participantes– y no se aprobó ninguna resolución final como suele ocurrir con los temas tratados por la Eurocámara.
El debate, que se centró en el caso español en esta ocasión, fue un intento de los socialdemócratas de intentar redimirse del varapalo recibido en diciembre pasado, cuando el Parlamento Europeo rechazó por segunda vez un informe sobre salud sexual y reproductiva que, entre sus disposiciones, defendía el derecho de la mujer al aborto seguro y pedía a los gobiernos europeos que asegurasen la educación sexual en la enseñanza obligatoria. El documento, conocido como «Informe Estrela» –por el apellido de la europarlamentaria socialista portuguesa que lo ha redactado, Edite Estrela– sufrió otro golpe en octubre, cuando las diferencias entre los grupos políticos sobre su contenido evitaron que se sometiera a voto.
El vicepresidente de la Comisión Europea, el liberal Siim Kallas, destacó que «la Unión Europea no tiene competencia en políticas de aborto y, por tanto, no puede interferir en políticas nacionales en este ámbito», como querían los eurodiputados de izquierdas. En este sentido, dijo que «respetar las competencias de los Estados miembros es lo que hacemos para garantizar sistemas sanitarios que puedan cubrir las necesidades de los ciudadanos, la igualdad y la justicia».
Por su parte, el líder de la delegación del PP en la Eurocámara, Jaime Mayor Oreja, destacó que el debate en Europa sobre el aborto «es clave y esencial» y el asunto radica en defender los derechos del ser humano que todavía no ha nacido. En la misma línea, la popular Teresa Jiménez-Becerril, recordó que este asunto es competencia de los Estados miembros, por lo que lamentó que los socialistas españoles pretendan «saltarse las reglas del juego porque temen no ganar este debate en el Parlamento de España».
Así, recordó que el PP está perfectamente legitimado para desarrollar su programa y los valores que defiende, como la defensa de la vida.
Además, echó de menos que ningún diputado «haya tenido ni una sola palabra a favor de los no nacidos. Tienen alergia a hablar de eso», manifestó.
Jiménez-Becerril preguntó además directamente al diputado de Aralar Iñaki Irazabalbeitia, quien previamente había criticado la propuesta española sobre el aborto, sobre su «idea del derecho a la vida».
Desde el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Ryszard Antoni Legutko criticó la «nueva ofensiva ideológica» emprendida por algunos, y recalcó que «el derecho reproductivo es un derecho ideológico que busca ocultar las prácticas morales de lo más dudosas», lo que deriva en «una violación masiva de las cláusulas de conciencia humana» porque se coarta la libertad de médicos, sacerdotes y juristas, «que se ven obligados a hacer cosas moralmente deleznables».
La socialista Iratxe García, principal promotora de este debate, recalcó la libertad de las mujeres como uno de los valores de la Unión Europea y pidió sin éxito que Europa «no permanezca impasible» mientras el Gobierno pone en marcha una reforma «que no es necesaria», «si no es por querer imponer una parte de la población una moral hacia el resto de las mujeres».
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