China

Londres autoriza la experimentación con embriones humanos

La investigación permitida busca averiguar por qué se producen complicaciones en el embarazo. Se teme que un mal uso de esta tecnología abra la puerta a los «bebés de diseño»

Londres autoriza la experimentación con embriones humanos
Londres autoriza la experimentación con embriones humanoslarazon

La investigación permitida busca averiguar por qué se producen complicaciones en el embarazo. Se teme que un mal uso de esta tecnología abra la puerta a los «bebés de diseño»

Reino Unido se convirtió ayer en el primer país del mundo en aprobar experimentos científicos con embriones genéticamente modificados con el objetivo de comprender mejor su desarrollo. Los expertos esperan que esta investigación pionera ayude a explicar por qué cientos de miles de embarazos terminan en aborto involuntario. Asimismo, buscan mejorar las probabilidades para las parejas que tienen que recurrir a la Fecundación In Vitro. Sin embargo, la polémica no está exenta ya que existen temores a que un mal uso de esa tecnología derive en tratamientos potencialmente peligrosos o abra la puerta a los llamados «bebés de diseño».

La estadounidense Kathy Niakan, que dirige el equipo de investigación del instituto londinense Francis Crick, presentó la solicitud hace tiempo y ayer la Autoridad de Embriología y Fertilización Humana (HFEA) dio luz verde a un proyecto que pretende identificar los genes que necesita un embrión para desarrollarse e implantarse con éxito en el útero. «Si lo logramos, podríamos encaminarnos a mejorar la fertilidad y a comprender mejor las primeras etapas de la vida», explicó Niakan. «La razón por la que es tan importante es que la infertilidad y los abortos son extremadamente comunes, pero aún no los comprendemos muy bien», añadió.

La primera modificación de embriones humanos de la historia se llevó a cabo en abril de 2015 por científicos chinos, desencadenando un intenso debate sobre los límites de la manipulación genética. Sin embargo, tal y como explicó ayer a la BBC Robin Lovell-Badge, asesor científico de regulador británico, «ésta es la primera vez que se ha pasado un proceso de reglamentación y ha sido adecuadamente aprobado». «China tiene unas pautas, pero a menudo no está claro exactamente cuáles son y pasan por encima del límite establecido».

En un comunicado, la HFEA informó de que los experimentos, que podrían dar comienzo en los próximos meses, se llevarán a cabo en los primeros siete días tras la fertilización. El organismo especifica que la licencia concedida incluye una condición por la que «ninguna investigación que emplee selección genética se pueda llevar a cabo hasta que haya recibido la aprobación ética» y recuerda que «es ilegal» transferir los embriones modificados a una mujer para «tratamiento».

Según el instituto británico, los expertos esperan que los embriones sean donados por parejas que tengan muchos almacenados como parte de sus tratamientos de fertilidad. «Los embriones sobrantes que se usarán en este trabajo habrán sido donados para fines científicos», subrayó ayer Alastair Kent, director de Alianza Genética UK.

Los expertos recalcaron que no permitirán que los embriones cumplan su ciclo de crecimiento, sino que los estudiarán durante primeras etapas del desarrollo antes de destruirlos. Para tal proceso se empleará una técnica de edición genética llamada CRISPR/Cas9 (siglas que corresponden a Repeticiones Palindrómicas Cortas Espaciadas entre sí y Agrupadas). Introducido en 2012, este procedimiento permite alterar de forma más rápida, precisa y detallada cualquier posición de los 23 pares de cromosomas del genoma sin cometer errores ni introducir mutaciones no deseadas.

Asimismo, los científicos tienen previsto utilizar también las llamadas técnicas de «transfección», que implican la inserción de material genético en células. «Nos gustaría comprender los genes que son necesarios para que un embrión humano se desarrolle con éxito en un bebé sano», explicó Niakan, responsable de la investigación.

Por su parte, Peter Braude, experto de Obstetricia y Ginecología del King’s College de Londres, opinó que los instrumentos de selección genética posibilitarán «nuevos enfoques en los mecanismos genéticos básicos que controlan la ubicación de las células en la gestación del embrión».

Las modificaciones con fines terapéuticos están prohibidas en prácticamente todo el mundo, pero desde hace algún tiempo existía la sospecha en los círculos científicos internacionales de que este tipo de experimentos se estaban llevando a cabo, lo que causó una intensa discusión por las implicaciones éticas que conllevan las investigaciones.

China ya lo hizo en 2015

En marzo de 2015, las revistas «Nature» y «Science» divulgaron sendos artículos escritos por científicos en los que se pedía una moratoria a las investigaciones que implicaran la alteración de ADN de células reproductivas humanas por sus «riesgos éticos y de seguridad». Con todo, un equipo liderado por Huang Junjiu, de la Universidad Sun Yat-sen de Cantón, publicó en la revista especializada estadounidense «Protein & Cell» la primera modificación de embriones humanos. El experimento llevado a cabo en China salió mal: de los 86 embriones utilizados, sobrevivieron 71 y sólo en 28 funcionó la alteración del ADN. Según el estudio de la Universidad Sun Yat-sen, los autores reconocieron que la técnica empleada estaba aún lejos de producir resultados satisfactorios con su desarrollo actual y que sus aplicaciones clínicas serían «prematuras». «Nature» y «Science» rechazaron publicar este trabajo por objeciones éticas. Pero otros tres equipos de investigadores chinos trabajan actualmente con embriones parecidos.