Pacientes
Ensayo pionero contra la esclerosis
La Obra Social La Caixa impulsa un tratamiento junto al Hospital Clínic de Barcelona para frenar la enfermedad sin efectos secundarios.
La Obra Social La Caixa impulsa un tratamiento junto al Hospital Clínic de Barcelona para frenar la enfermedad sin efectos secundarios.
La esclerosis múltiple (EM), que afecta a 50.000 pacientes en España, es la segunda causa de discapacidad en los adultos jóvenes tras los accidentes de tráfico. A día de hoy no existen terapias que curen esta enfermedad y las existentes sólo son eficaces en fases iniciales y provocan graves efectos secundarios. Por todo ello, es de vital importancia la búsqueda de posibles tratamientos que, como mínimo, frenen su avance.
En este contexto, en 2015, se puso en marcha un ensayo con una terapia antígeno para el tratamiento de la esclerosis múltiple y la neuromielitis óptica (NMO) dirigido por el Hospital Clínic de Barcelona e impulsado con la Fundación Grupo de Afectados por la Esclerosis Múltiple y por la Obra Social «la Caixa». Se fundamenta en una técnica pionera a nivel mundial para obtener más eficacia y minimizar los efectos secundarios. La EM es una enfermedad autoinmune, degenerativa crónica e inflamatoria del sistema nervioso central, que destruye la sustancia protectora (mielina) de las fibras nerviosas, encargada de aislar los nervios y de permitir que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente. La terapia antígeno específica, con células dendríticas, tiene como objetivo modular las defensas de los pacientes de una forma específica y selectiva para frenar la inflamación que causa esta patología, sin alterar el resto de defensas. «Hasta ahora, las terapias existentes se basaban en fármacos que intentaban frenar el ataque del sistema inmunológico a la mielina, pero no eran demasiado eficaces y tenían muchos efectos secundarios. Con esta nueva terapia se busca que sea el propio cuerpo quien actúe, de manera que se trata de un tratamiento personalizado», explica Marta Príncep, directora de la Fundación Grupo de Afectados de Esclerosis Múltiple.
Para ello, «se extraen células primigenias del sistema inmunológico del paciente, a las que se les añade en el laboratorio un trozo de una proteína que las dirige y las obliga a diferenciarse, y a continuación vuelven a inyectarse en el paciente», comenta Príncep, quien señala que «con esta terapia, la idea es que el propio cuerpo aprenda a no atacar a la mielina» .
Actualmente, la investigación se encuentra en el inicio de la fase 2, tras haber completado con éxito un primer ensayo en el que se probó el tratamiento en personas. Aunque tal y como señala Marta Príncep, «por ahora, la terapia se centra en frenar la enfermedad, pero una vez se consiga esto, el siguiente objetivo a abordar es el de tratar de regenerar el sistema nervioso para garantizar la curación del paciente».
Además, el desarrollo de esta investigación no solo puede suponer un gran avance para el tratamiento de la esclerosis múltiple y la neuromielitis óptica, sino que se espera que pueda aplicarse en otras patologías autoinmunes y reumatológicas.
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