Viajes
Ni se te ocurra pedir esto al subir al avión: molesta en exceso a las azafatas
No son los quehaceres habituales los que más 'fastidian' a la tripulación, sino ciertos comportamientos de los pasajeros
Nadie dijo que ser azafata o azafato de vuelo era tarea fácil. Aparte de lidiar con jet lags y las largas salidas fuera de sus casas, deben asegurarse de que cada pasajero esté en el asiento correcto, que todos coloquen su equipaje en los compartimentos superiores y que antes del despegue tengan puestos los cinturones de seguridad. Además, deben procurar que los más indecisos dejen de deambular por el pasillo en busca de un asiento mejor o cerca de su acompañante y prestar atención a aquellos que temen viajar en avión y a los enfermos. Y todo esto antes de que el avión despegue y con la mayor brevedad posible para que el avión salga a su hora.
El mayor 'dolor de cabeza' de la tripulación
Sin embargo, no son esos quehaceres los que más incomodan a la tripulación. Una de las cosas que más saca de quicio a los asistentes de vuelo es cuando un pasajero solicita agua justo al llegar el avión y en mitad del caos que se forma en esos momentos hasta que todos el mundo se coloca en su sitio. Aunque la necesidad de tomar medicamentos o llenar la botella puede parecer un pequeño inconveniente, no se considera una prioridad para la tripulación, cuyo deber principal es la seguridad de todos. Así que es recomendable ocuparse de este tipo de necesidades antes de embarcar o, si no, esperar pacientemente a que el carrito de bebidas pase una vez en el aire.
¿Por qué no deberías pedir agua al sentarte?
El equipo de vuelo sigue una rutina estricta de tareas previas al despegue, como demostrar el uso del equipo de seguridad, verificar los suministros y asegurar que todo esté listo. También deben revisar los cinturones de seguridad, las posiciones de los asientos y las bandejas, además de atender a pasajeros con necesidades especiales. En resumen, si necesitas agua, es mejor anticiparse o esperar a que los asistentes de vuelo completen sus deberes previos al despegue.
Más cosas que molestan a los asistentes de vuelo
Además de pedir un vaso de agua nada más llegar al avión, hay otros comportamientos que suelen poner nerviosos de más a las azafatas y azafatos. Algunos de estos son:
1. Burlas con las medidas de seguridad
Los viajeros frecuentes ya conocen de memoria los gestos y palabras del personal de vuelo para indicar las normas de seguridad, las puertas de emergencia o el uso de chalecos salvavidas. Aunque los propios asistentes pueden sentirse un poco incómodos haciendo señas exageradas o simulando inflar el chaleco, lo peor es cuando algunos pasajeros se ríen de ellos, los imitan o se burlan. Esta actitud no solo es molesta sino que demuestra falta de respeto hacia un trabajo fundamental para la seguridad de todos.
2. Ocupar todo el compartimento de almacenaje superior
Cada vez más pasajeros llevan mucho equipaje de mano para evitar pagar por facturar una maleta. Esto genera problemas en los compartimentos superiores, que a menudo se llenan rápidamente. Algunos invaden el espacio de otros o dejan sus pertenencias en compartimentos lejanos de su asiento. Además, muchos se niegan a usar el espacio debajo del asiento delantero o piden ayuda a las azafatas para colocar sus maletas, cuando podrían hacerlo ellos mismos.
3. Estorbar la circulación por los pasillos
Los pasillos de los aviones modernos son cada vez más estrechos, lo que hace aún más incómodo caminar por el avión, especialmente si hay pasajeros ocupando más espacio del necesario. A veces, ocupan los apoyabrazos de los demás e incluso pasan piernas o brazos al pasillo, obstaculizando el paso de los carritos de bebidas o el trabajo de las azafatas.
4. Utilizar dispositivos electrónicos en momentos prohibidos
Siempre hay quienes ignoran las normas o, peor aún, intentan justificarse y discutir con el personal sobre el uso de “su” dispositivo. Esta actitud no solo va contra las reglas, sino que también genera tensión y situaciones incómodas e innecesarias.
5. Levantarse del asiento antes de finalizar el vuelo
Es común ver cómo algunos pasajeros se levantan apenas el avión toca tierra, deseosos de salir primeros. Este comportamiento puede ser molesto para el personal y otros pasajeros, pero además es peligroso si el avión aún no ha detenido completamente sus motores.
6. Encender el móvil antes de tiempo
Después de varias horas sin conexión, muchos encienden sus móviles tan pronto como el avión aterriza para hacer una llamada urgente o enviar un mensaje. Sin embargo, este gesto es innecesario y, en algunos casos, puede causar problemas en los sistemas del avión. Un piloto mencionó haber tenido que solicitar que apagaran los teléfonos debido a una interferencia que afectaba el tren de aterrizaje.
7. El uso excesivo del timbre de llamada a la azafata
Cada asiento cuenta con un timbre de llamada, pero algunos pasajeros lo usan de manera excesiva o por razones triviales, como pedir una bebida justo después de que pasó el carrito o preguntar en qué punto del vuelo se encuentran. Esto no solo es molesto para el personal, sino que puede afectar la eficiencia en la atención de solicitudes realmente importantes.
8. Ir al baño o levantarse en momentos prohibidos
Durante despegues, aterrizajes o turbulencias, está prohibido levantarse del asiento. Sin embargo, algunos pasajeros insisten en ir al baño o buscar algo en su equipaje en esos momentos críticos. Esta actitud no solo pone en riesgo su seguridad, sino que también interfiere con el trabajo del personal de vuelo.
9. Usar el avión como basurero
A pesar de que los auxiliares de vuelo suelen pasar varias veces con carritos para recoger la basura, algunos prefieren dejarla en el respaldo del asiento de enfrente o en el suelo. Debido a los cortos intervalos entre vuelos, muchas veces es el propio personal quien debe recoger estos desechos, una tarea desagradable cuando encuentran envoltorios o chicles pegados.
10. Intentar aventuras insólitas
Practicar sexo a bordo es una fantasía para algunos pasajeros que intentan unirse al llamado “Mile High Club”. Aunque el personal suele hacer la vista gorda, pueden intervenir si la situación se vuelve escandalosa o incómoda para otros pasajeros. Sin duda, una de las situaciones más difíciles de gestionar para los asistentes de vuelo.
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