Explosión en la mina de Cerredo: investigan si los trabajos se ajustaban a la licencia

Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las causas de la explosión que ayer lunes acabó con la vida de cinco mineros leoneses en la mina de Cerredo. El objetivo es tratar de dilucidar si los trabajos realizados por la empresa Blue Solving se ajustaban a la licencia de investigación que se le concedió en verano de 2024.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha declarado en una entrevista con TVE que "cuando tiene lugar un accidente de este tipo se analiza todo, absolutamente todo, y ahí la empresa va a ser chequeada de arriba a abajo" para comprobar que su actividad se ajustaba a dicha licencia. En estos momentos, aún se desconoce con exactitud qué se estaba haciendo en el interior de la mina en el momento del incidente.

Blue Solving dispone de una licencia de investigación complementaria, que le permite avaluar la presencia de minerales en una determinada zona de la mina, de cara a su extracción en un futuro. Sin embargo, la explosión se produjo en el tercer nivel de la mina, donde la empresa no tenía permiso para esas labores de investigación y sí para la retirada de materiales de la antigua mina, que estaba prácticamente inactiva desde 2018.

La investigación, en la que trabajan la Policía Judicial, técnicos de la Consejería para la Transición Ecológica y la Brigada de Salvamento Minero, debe avanzar "con el rigor y la seriedad necesaria" y la empresa tendrá que ofrecer "toda la información" para "analizar qué era lo que estaba sucediendo, en qué estaban trabajando en concreto y que estuviera dentro de la autorización", ha expuesto el jefe del Ejecutivo asturiano.

Al margen de la actividad que se estuviera desarrollando en el interior de la mina, la principal hipótesis apunta a que la explosión fue causada por la presencia de una bolsa de grisú, un gas compuesto principalmente por metano que puede encontrarse en las minas de carbón y que puede provocar explosiones sin previo aviso. Pese a la existencia de detectores y sistemas de ventilación para minimizar su peligrosidad, el grisú sigue siendo una amenaza en este tipo de explotaciones. El presidente del Principado ha señalado que "todas las hipótesis apuntan a grisú", pese a que hay expertos que "lo dudaban" porque precisamente en la mina de Cerredo este gas no ha sido problemático históricamente, al contrario que en otras explotaciones mineras.

Este es el accidente más grave registrado en una mina asturiana en los últimos treinta años y ha causado la muerte de cinco trabajadores: Jorge Carro, Rubén Souto Robla, Amadeo Bernabé, Iván Radio y David Álvarez, todos ellos vecinos de la provincia de León, con edades comprendidas entre 32 y 54 años. Además cuatro trabajadores resultaron heridos con quemaduras y traumatismos, tres de ellos leoneses y uno asturiano, quienes permanecen hospitalizados.