40 Aniversario

El hermano del héroe de Alcalá 20: «Cada incendio nos recuerda su muerte»

Hace 40 años Francisco logró salvar a tres personas antes de colapsar en el peor fuego en una discoteca hasta la fecha: hubo 82 víctimas mortales

La Policía Nacional saca a una de las víctimas del incendio de la discoteca Alcalá 20, en Madrid.
La Policía Nacional saca a una de las víctimas del incendio de la discoteca Alcalá 20, en Madrid.Agencia EFE

La madrugada del 17 de diciembre de 1983, la ciudad de Madrid vivió el peor incendio de su historia en un club nocturno. Fue en la calle de Alcalá número 20, en la discoteca del mismo nombre en la que murieron 82 personas en un fuego que comenzó en las cortinas del escenario y que rápidamente se extendió a todo el local. Las crónicas periodísticas de la época reflejaron que no hubo forma de detener las llamas. Falló todo. La única manguera que había en el establecimiento resultó demasiado corta y no llegó a apaciguar el foco original de la desgracia. Tampoco funcionaron los extintores. Una tormenta perfecta que se ha repetido hace una semana en Murcia. Aunque han pasado cuatro décadas desde el 83, no parece que hayamos aprendido la lección.

Entre aquellas 82 víctimas mortales hubo una que no pereció por las llamas. Se le conoció como el héroe de Alcalá 20, pero se llamaba Francisco José Tortosa Oliden. Su hermano pequeño, Jesús, recuerda aquel día en conversación telefónica con este periódico: «Yo tenía 16 años. Faltaba poco para el día de los Reyes Magos y yo había pedido un regalo adelantado a mi padre, que tenía una tienda de productos electrónicos. Me estaban sintonizando el equipo de música por la mañana cuando por un canal de la radio saltaron las noticias. Estaban dando la lista de los fallecidos y uno de ellos era Paco».

Aquella manera abrupta de enterarse hoy sería impensable. Jesús solo recuerda que se dirigió a donde estaba su madre y se fundieron en un largo abrazo. «Fue una forma muy impactante de enterarte de la muerte de un hermano. Mi madre y yo nos quedamos así, abrazados y sin decir nada durante mucho rato».

Aquel diciembre Paco, el mayor de los cuatro hermanos, habría cumplido 27 años. Llevaba solo un mes en Madrid, a donde llegó para probar suerte como fotógrafo. En Melilla la cosa estaba difícil y decidió buscarse la vida en la capital. Esa noche dejó la pensión en la que se alojaba y fue a tomar una copa a la fatídica discoteca. «No llegó a cumplir su sueño, estaba recién llegado a la ciudad cuando le pilló el incendio».

Francisco José Tortosa Oliden, uno de los fallecidos en el incendio de la discoteca Alcalá 20, en Maadrid.
Francisco José Tortosa Oliden, uno de los fallecidos en el incendio de la discoteca Alcalá 20, en Maadrid.Cedida

A Paco no le alcanzaron las llamas. Según varios testigos, acabó colapsando en las puertas del club nocturno por inhalación de gases. Pero antes de desfallecer, este héroe sacó a tres personas sanas y salvas. «Nos contaron que cuando iba a rescatar a una cuarta víctima se desmayó y ya no volvió en sí. Conociendo cómo era mi hermano, así es como habría dicho que iba a reaccionar en una situación tan crítica. Lo que no sabemos es qué pasó con esa última persona, si logró también salvarla». ¿Considera a su hermano un héroe? «Solo el hecho de no salir corriendo como haríamos cualquiera en un incendio de esas características ya es algo muy reseñable. Creo que lo normal en el ser humano es tratar de salvar la vida como sea, es algo innato. Cuando el fuego te rodea tu cuerpo te pide huir, pero Paco no lo hizo. Por su forma de ser, él se quedó a ayudar a otros. De él nos llegó el maletín y la cámara de fotos que había dejado en la pensión».

El reciente incendio en Murcia ha reabierto las heridas de Jesús y de tantas familias que se quebraron hace 40 años. «Claro que cada incendio que ocurre te recuerda todo lo que pasó, la muerte de mi hermano. Pero tampoco en plan negativo. Fue un palo, pero tan rápido que no tuvimos tiempo ni de pensarlo. Eso sí, la manera de enterarnos por la radio fue muy bestia». La proeza de Paco mereció que le otorgaran una calle en Melilla, su ciudad. Jesús asegura que «fue un clamor general y el Ayuntamiento aprobó por unanimidad que una vía llevara el nombre de Francisco José Tortosa Oliden». La localidad entera se volcó con esta familia a la que la ha perseguido la tragedia. Jesús y un sobrino son los únicos que quedan vivos de este clan melillense. «Recuerdo que al día siguiente del incendio la gente llegaba a casa con dinero y con billetes de avión comprados para que pudiéramos ir a Madrid. Mis tíos no dejaron que mi madre entrara a reconocer el cadáver para que no se quedara con esa imagen. Lo enterramos en un cementerio de Zaragoza».

Tuvieron que pasar otros diez años completos hasta que el proceso judicial por el incendio en la calle Alcalá se cerrara por completo. En el caso de Paco, la familia recibió 20 millones de las antiguas pesetas, unos 120.000 euros. A Jesús le correspondieron 30.000 euros como familiar en primer grado. Las indemnizaciones tardaron en llegar. Jesús asegura que aún pasarían, al menos, catorce años: «Yo ese dinero no lo toqué hasta que un día fui a una joyería y a cada uno de mis familiares les compré una joya. Y se las di en nombre de Paco, para que además de recordarlo de la manera en que lo hacía cada uno, tuvieran otro “motivo”. Algo material que les recordará su persona».

Incendio en la discoteca "Alcalá 20". En la foto exterior del edificio acordonado por la policía.
Incendio en la discoteca "Alcalá 20". En la foto exterior del edificio acordonado por la policía. Agencia EFE