
Estudio
La infancia es un periodo "crítico" para prevenir daños solares "irreversibles"
La protección no solo previene quemaduras inmediatas, sino que también reduce el riesgo de enfermedades dermatológicas graves como el melanoma

La infancia es un periodo "crítico" para prevenir daños solares "irreversibles" que pueden manifestarse años después, afirma la especialista del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario General de Villalba, la doctora María Urretavizcaya, en declaraciones recogidas por Ep.
Por ello, la experta insiste en proteger a los niños durante el verano es "fundamental y va mucho más allá de aplicar crema solar". Así, explica que los bebés menores de seis meses deben evitar la exposición directa al sol. Entre los seis meses y los tres años, solo recomienda el uso de protectores físicos con factor 50. A partir de los tres años pueden añadirse filtros químicos, aunque la prioridad sigue siendo la protección física. Sin olvidar renovar la aplicación cada dos horas y después del baño para mantener la eficacia.
Esta protección no solo previene quemaduras inmediatas, sino que también reduce el riesgo de enfermedades dermatológicas graves como el melanoma, cuya relación con la exposición solar en la infancia está bien documentada, añade la doctora Urretavizcaya. "Por eso, el verano puede dejar una huella para toda la vida, que solo un cuidado responsable puede minimizar".
Además, "la hidratación es un pilar básico para evitar los efectos nocivos del calor", señala. Por ello, la pediatra recomienda que los niños ingieran al menos litro y medio o dos litros de líquidos al día, además de frutas frescas como sandía y melón, que aportan agua y nutrientes esenciales. "Es importante no esperar a que el niño tenga sed para darle agua, ya que pueden aparecer signos de deshidratación como boca seca o malestar general", advierte.
En este sentido, la alimentación "debe adaptarse" para mantener hábitos saludables sin perder el disfrute propio de las vacaciones. Por otro lado, recomienda un calzado ancho que respete el desarrollo del pie y brinden comodidad.
Asimismo, los ojos necesitan protección con gafas homologadas y sombreros que eviten daños oculares con consecuencias a largo plazo. Igualmente, la prevención de picaduras de insectos es "fundamental". El uso de insecticidas en el hogar, ropa de manga larga, colores claros y productos tópicos para aliviar la picazón forman parte del cuidado habitual, explica la doctora Urretavizcaya.
Por último, la experta advierte del riesgo de ahogamientos en niños. "La vigilancia constante en piscinas y zonas de baño es vital, así como enseñar a los niños a nadar y evitar que jueguen con objetos flotantes que puedan distraerlos o ponerlos en peligro".
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