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¿La brecha salarial deprime a las mujeres?

La Razón
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Las mujeres podrían interiorizar la brecha salarial como reflejo de su percepción de un mérito personal inferior respecto a los hombres.

Las probabilidad de padecer depresión y ansiedad son significativamente superiores entre mujeres que ganan menos dinero que sus esposos, con los cuales están igualadas en formación y años de experiencia, según un estudio dirigido por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia, EE.UU.

“Los resultados de nuestro análisis muestran que el impacto de la brecha salarial entre hombres y mujeres puede derivar en depresiones y periodos de ansiedad provocados por la desigualdad entre sexos”, declara Jonathan Platt, estudiante de doctorado del Departamento de Epidemiología de la Universidad de Columbia, autor principal de la investigación. “Si las mujeres consideran sus experiencias negativas basadas en las diferencias salariales respecto a los hombres como reflejo de un mérito profesional inferior y resultado de la discriminación, pueden tener más

posibilidades de padecer ansiedad o depresión”. Katherine Keyes, profesora asistente de Epidemiología de la Universidad de Columbia, va más allá y propone en base al estudio que “las políticas sociales avancen y prohíban la discriminación salarial como lo hacen con el acoso sexual”.

El número de mujeres americanas diagnosticadas con depresión durante el año pasado duplicaba al de hombres. Sin embargo, esta disparidad muestra diferencias cuando consideramos la brecha salarial como uno de los factores determinantes en estos trastornos: entre mujeres que su sueldo era menor que su pareja, las posibilidades de padecer una depresión eran 2,5 veces más altas que en los hombres; pero entre mujeres cuyos ingresos igualaban o excedían a los de sus maridos o novios, la probabilidad de padecer depresión era la misma que la de los hombres.

El estudio se basa en datos de la población americana y cuenta con una muestra representativa de 22.581 adultos trabajadores de entre 30 y 65 años. Los investigadores testaron el impacto estructural de las diferencias salariales entre hombres y mujeres en los trastornos depresivos y de ansiedad basándose en el Diagnostic and Statistical Manual, version IV (DSM-IV).