Tarragona se lleva la peor parte de la DANA

Una madre y su hijo desaparecen en Vilaverd, una tromba de agua rompe un puente en Cambrils y se solicita a los vecinos de la zona que no salgan de casa.

El paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) y la borrasca dejó ayer tres heridos en Ibiza al desprenderse una caseta por el viento y acumulaciones de hasta 130 litros por metro cuadrado en puntos de Alicante y Valencia, mientras se encaminaba hacia Gerona donde se esperaban lluvias torrenciales de 180 mm en 12 horas. Al cierre de esta edición, los daños en Cataluña eran múltiples. Una madre y su hijo desaparecieron de un bungaló en Vilaverd, Tarragona, y los bomberos están buscándolos desde las once de la noche. En esta misma provincia, la tromba de agua que cayó en Cambrils rompió uno de los puentes peatonales y las autoridades pidieron a la población que no saliera de casa. Además, se desalojó a 50 menores. En la mente de todos el recuerdo de la anterior DANA que azotó el sureste peninsular en septiembre. Ahora bien, el temporal que se desplazó de Murcia y Comunidad Valenciana –cortando carreteras al norte de Castellón y obligando a suspender las clases en Viranós– a Cataluña y que hoy se espera que azote al Cantábrico oriental continúa. 18 provincias están en aviso por riesgo (amarillo), riesgo importante (naranja) o riesgo extremo (rojo) por lluvias, tormentas, viento o fenómenos costeros, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La peor parte se la llevará Gerona, donde en la zona del Ampurdán hay alerta roja. Será un día marcado por las precipitaciones, que podrán ser fuertes o muy fuertes en Baleares, así como «en las zonas costeras de Cataluña, sobre todo en Gerona y Barcelona, allí las lluvias pueden ser incluso torrenciales hasta hoy por la mañana. En las primeras horas esta situación adversa se extenderá al Cantábrico, donde no lloverá con esa intensidad, pero sí puede haber lluvias fuertes, llegándose a superar los 40 litros por m2 en una hora y en 12 horas superar los 100 litros sobre todo en Cantabria y Vizcaya», explica Rubén del Campo, portavoz de Aemet. La situación sigue marcada por la DANA que, acompañada por una borrasca, se desplazará hacia el sur de Francia y desde allí «va a ir enviando vientos húmedos y muy húmedos en el entorno del Cantábrico oriental», repite.

Un fenómeno que, sin poder afirmar que es normal, sí es más habitual en otoño la llegada de bajas en altura. Ahora bien, en esta ocasión la DANA, que se situó sobre el suroeste de la Península el lunes por la noche desplazándose después hacia el área mediterránea, está siendo acompañada en niveles bajos de un proceso de ciclogénesis (borrasca) que desplaza las bajas presiones y que como consecuencia deja lluvias fuertes y persistentes.

Temor latente

Al cierre de esta edición, y cuando aún queda que el temporal muestre su peor cara en Cataluña, lo cierto es que «no está previsto que se llegue a las cantidades de precipitación acumulada tan importantes como en septiembre. Aquel episodio que se catalogó como extraordinario en algunos sitios como al sur de la Comunidad Valenciana no es como éste. Quizá podemos hablar de un temporal más normal, mientras que el de septiembre fue extraordinario por la cantidad de precipitación acumulada, por la época, ya que todavía era verano y porque duró más días, y se focalizó en los mismos puntos. Sin embargo en la actual, la DANA ya se ha desplazado y las precipitaciones que se esperan no serán tan excepcionales a tenor de las previsiones», explica Del Campo. Así, mientras «en Murcia esta DANA dejó ayer en San Javier 37 litros por metro cuadrado hasta las 12:00, y poco más se espera que llueva, en esta misma estación en el anterior temporal se llegaron a acumular hasta 204 l/m2 en 24 horas. En Cataluña, por ejemplo, donde lo previsto es alcanzar los 300 l/m2 en todo el episodio sobre todo en el nordeste, en la anterior DANA fueron entre 400 y 500. En el caso de la Comunidad Valenciana, en Pego, que es donde ha sido más significativo, ayer cayeron 69 l/m2 hasta las 13:00 horas. En la DANA de septiembre, en cambio, en la zona de la Vega Baja del Segura, que fue la zona más afectada, llegaron a caer 200 l/m2 en menos de 24 horas. En conjunto, mientras que el Orihuela se llegaron a 522 l/m2 entre el 10 y el 14 de septiembre y además hubo al menos cinco estaciones que superaron los 400 l/m2 al sur de la Comunidad Valenciana, en esta ocasión los máximos que se esperan están en unos 300 l/m2 en el nordeste de Cataluña y superar los 150 en Castellón, Baleares y el Cantábrico. Por lo que en principio, si los pronósticos se cumplen, las cantidades acumuladas serán menores que en la anterior DANA».

Mar Gómez, directora meteorológica de «Eltiempo.es», incide en esta idea: «En septiembre se superaron los 400 l/m2 en al menos seis estaciones de la Comunidad Valenciana y los 100 l/m2 en al menos 47 estaciones. En muchos puntos del sudeste fue un temporal sin precedentes en los últimos cien años. En este DANA se prevé, en cambio, superar los 250 l/m2 en Cataluña y se pueden superar los 150 mm en Valencia, Baleares y Cantábrico oriental. Ayer, a las 14:00 se habían alcanzado los 80 mm en zonas de Valencia. También difieren en las zonas. En septiembre la zona más afectada fue el sudeste y en este caso la región más afectada es y será Cataluña, norte de Comunidad Valenciana y Baleares, así como hoy el Cantábrico oriental». También se diferencia la temperatura del agua del Mediterráneo. Así, en la anterior DANA el Mediterráneo estaba muy caliente. Y cuanto más cálido, más «combustible» para que se produzcan lluvias potentes en la zona. Y en esta ocasión, aunque «está entre dos y tres grados más cálido de los valores habituales para esta época», la temperatura es menor que entonces.

Medidas tomadas

En cualquier caso se han tomado medidas. Así, en Murcia, se ha efectuado todo un despliegue de medios, al tiempo que se ha llevado a cabo un trabajo previo de limpieza de maleza, imbornales (agujero para salida de las aguas) y desagües para evitar acumulaciones de agua que hagan revivir las inundaciones de septiembre. En Castellón, además de cortar varios caminos y viales, también se procedió a abrir una zanja en la playa Sur para que achique el agua que se pueda acumular. En Cataluña, Renfe reforzó varias líneas por los posibles efectos.