Sociedad

La epidemia silenciada

El suicidio se cobra más víctimas en España que los accidentes de tráfico. La depresión está detrás de la mayoría de los casos, aunque también influyen alcohol y drogas

La epidemia silenciada
La epidemia silenciadalarazon

El suicidio se cobra más víctimas en España que los accidentes de tráfico. La depresión está detrás de la mayoría de los casos, aunque también influyen alcohol y drogas.

El suicidio es uno de los problemas de salud pública más complejos y difíciles de abordar. Entre otras cuestiones, porque está confirmado el viejo aforismo periodístico de que «suicidio llama a suicidio», con el que nuestro mayores nos advertían al ingresar en la Redacción. Sin embargo, es preciso alertar, sin caer en detalles morbosos, de una epidemia que crece en todo el mundo y que está estrechamente relacionada con afecciones mentales, como la depresión o la bipolaridad. También, Rusia, Lituania y Ucrania son la prueba, con el consumo de alcohol y drogas, que potencian las tendencias suicidas o, en muchos casos, las camuflan hasta que es demasiado tarde. Ahora bien, el hecho de padecer un trastorno mental no significa, ni mucho menos, que uno esté abocado a quitarse la vida. Según la OMS, en el mundo hay diagnosticados con depresión más de 400 millones de personas, mientras que el número de suicidios, asimismo a nivel mundial, ronda el millón al año. Un cifra terrible, cierto, pero que hay que poner en su justa proporción, aunque sólo sea para evitar la estigmatización social de unos enfermos que, con el tratamiento adecuado, pueden desarrollar una vida perfectamente normal. En España, las cifras se mantienen estables desde 2007, con incrementos puntuales, como en 2012 y 2013, cuando la crisis económica estaba en su peor momento. Como en el resto del mundo, en nuestro país se suicidan más hombres que mujeres –2.662 frente a 907, según datos de 2016, los últimos disponibles– y por edades, el tramo entre los 40 y los 69 años concentra el mayor número de suicidios. No es posible elaborar una lista de causas o razones para quitarse la vida, que sigue siendo el gran problema metafísico por resolver. Pero sí es posible prevenir. La ex ministra de Sanidad Carmen Montón, dimitida, había propuesto un plan de actuación para la prevención del suicidio, del que no se habían facilitado los detalles. El objetivo propuesto por la OMS era rebajar la tasa de muertes voluntarias en dos puntos porcentuales para 2020. La vía es la detección temprana de las tendencias suicidas, para lo que es preciso extender y potenciar los servicios de asistencia sanitaria en el campo de la salud mental.