La familia de Sonia Iglesias sospechó del único imputado por su actitud tras la desaparición

La hermana de la pontevedresa Sonia Iglesias, Maricarmen Iglesias, ha recordado este lunes que cuanto "más nerviosa"se ponía la familia tras la desaparición la pareja de ésta, el único imputado hasta el momento, estaba "más tranquilo". "A medida que pasaba el tiempo, nosotros nos poníamos más nerviosos y, sin embargo, su pareja, más tranquilo", ha afirmado en referencia a Julio Araújo, compañero sentimental de Sonia Iglesias y único imputado en este proceso. "Eso nos hizo pensar que algo raro pasaba", ha abundado.

La jueza titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Pontevedra, especializado en violencia de género, ha retomado este lunes la toma de declaraciones de testigos en el marco de la investigación sobre la desaparición de Sonia Iglesias con las comparecencias de la madre y la hermana de Sonia, Carmen Eirín y Maricarmen Iglesias, que llegaron a los juzgados de A Parda a las 8:45 horas.

"Hemos ratificado la declaración de la Comisaría", dijo Maricarmen al salir de la sede judicial. "Fueron más o menos las mismas preguntas que ya nos habían hecho", ha apostillado. Junto al fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, que este lunes asistió a la toma de las declaraciones, se hizo una reconstrucción teórica del día de la desaparición de esta joven pontevedresa.

En esta reconstrucción la hermana de Sonia explicó que aquel 18 de agosto de 2010 llegó "a la 13:25 horas a la tienda, ella tenía que entrar a la una y media. No llegó y su compañera la llamó al móvil. En ese momento ya saltó el contestador. Llamamos a su casa y salió su pareja", relató. "Yo me tuve que ir porque estaba con mi sobrino y mi hija. Fui a casa de mis padres, que es donde íbamos a comer", continuó Maricarmen. "A las dos llamamos a ver si había entrado y nada. Luego llamamos a su pareja para que viniese a buscar a mi madre e ir a los hospitales. El llegó a las tres y media", ha relatado.

Preocupación por el hijo

Este fue, según Maricarmen, el testimonio que este lunes recordó ante la jueza especializada en violencia de género. Al igual que hizo su madre, quien se limitó a señalar ante la prensa que se sentía "impotente". A la salida del juzgado ambas compartieron ante los periodistas su preocupación por Alejandro, el hijo de Sonia y Julio Araújo. "No está siendo atendido como debería", dijo su tía Maricarmen Iglesias, que reiteró la voluntad de su familia de pedir la custodia del menor porque, no creen "que la mejor persona para cuidarle sea el imputado".

Además, Maricarmen Iglesias citó como ejemplo de esa desatención que en las navidades del año 2011 encontraron de madrugada a su sobrino "en pijama en la calle buscando a su padre". A raíz de aquel episodio se pusieron, según recuerda, en "contacto con los Servicios Sociales". La hermana de Sonia Iglesias también comentó que en una ocasión, cuando acompañaba a su sobrino a casa de su padre, "el imputado"le dijo "que si él no podía disfrutar de su hijo sus abuelos tampoco lo harían. Y que se lo dijera así a mis padres, que ellos ya lo iban a entender", aseguró Maricarmen.

Además de la madre y la hermana de Sonia en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Pontevedra también se tomó declaración a una amiga y a la empleada de la cafetería el Albero, donde Sonia Iglesias y Julio Araújo desayunaron el día de la desaparición, que no aportó novedades a la investigación.