Redes sociales
La «mujer barbuda» pide ayuda en televisión para luchar contra el acoso
La británica Harnaam Kaur, de 23 años, de Slough en Berkshire sabe desde muy joven lo que significa el acoso. Por eso ha decidido dar la cara en televisión para intentar concienciar contra cualquier forma de acoso. De hecho, la aparición de las redes sociales ha fomentado este hecho, debido a que los usuarios pueden esconderse tras identidades falsas y utilizar ese anonimato para atacar a discrección a cualquier persona a la que consideren diferente, informa "DailyMail".
Kaur sabe que es diferente, pero se resiste a que la marginen por ello. A los 16 años desarrolló el síndrome de ovario poliquístico que, entre otras consecuencias, supone un crecimiento abundante del vello por un fuerte desajuste hormonal.
Esta adolescente comenzó a ser llamada la mujer barbuda y a sufrir el rechazo de la sociedad. Esta situación duró dos años, en los que invirtió todo el dinero que tenía en intentar deshacerse de la barba. Poco después se convirtió al después de convertirse al sijismo, una religión india fundada por Gurú Nanak que prohíbe cortarse el pelo. En ese preciso instante decidió aceptarse tal y como es y dejó que el pelo de su cara creciera.
"Cuando empecé a dejar crecer mi barba fue por razones religiosas, pero con el paso de los años lo he mantenido como una opción personal", dijo en una entrevista realizada después de que su foto se incluyera en una exposición que conmemora el mejor pelo facial del mundo. "Me hace sentir como una mujer valiente, no tengo miedo a romper las normas de la sociedad", añadió.
Esta comparecencia se produce tan sólo unos días después de que Lizzie Velasquez la llamada "mujer más fea del mundo"presentara un documental sobre las humillaciones que ha recibido durante toda su vida y cómo le ha servido esta experiencia para intentar luchar contra el acoso que sufren otras personas en el mundo. Lizzie descubrió a los 17 años mientras navegaba por internet que había un vídeo que decía "la mujer más fea del mundo". Tuvo curiosidad y lo vio. Para su sorpresa, la protagonista era ella. Con una enfermedad que la impide engordar y otra que hace sus miembros extremadamente largos, esta mujer ya comenzó a sentirse distinta el primer día del colegio, en el que, según ella confiesa con humor en sus intervenciones de motivación, se apartaban como si hubieran visto un monstruo. Lizzie nació con problemas, la falta de líquido anmiótico le hizo perder la visión de un ojo y las perspectivas de los médicos es que no podría hablar, ni caminar. Hoy, 27 años después, a pesar de sus 27 kilos y sus escasos 150 centímetros, hace vida normal y ha querido demostrar con su ejemplo que la vida merece la pena, a pesar de la existencia de personas que no respetan la diferencia. Lizzie acaba de presentar un documental sobre su vida, en el que tal y como le dijeron sus padres, va con la cabeza alta, sonríe y es amable con cualquier persona, sea cual sea la forma en la que la traten o la hayan tratado previamente.
✕
Accede a tu cuenta para comentar