Mascotas

La perra que murió de un disparo era objetivo de un programa social

Foto : FAADA
Foto : FAADAlarazon

Sota, la perra que murió tras un disparo de la Guardia Urbana de Barcelona, y su dueño Tauri, un chico en situación de sin techo, estaban siendo evaluados por FAADA dentro de su programa “mejores amigos” para proporcionarles la mejor ayuda posible, según señala la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales, en un comunicado.

El programa “mejores amigos” que la organización animalista desarrolla en colaboración con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, tiene el objetivo de facilitar el alojamiento de las personas sin hogar con sus animales en los albergues y en las viviendas sociales o de inclusión de Barcelona.

A este respecto, ya se había acordado con Tauri iniciar la semana próxima las primeras intervenciones con la perra, que se centraban en llevarla al veterinario para desparasitarla y ponerle las vacunas pertinentes. El segundo paso, una vez toda la documentación en regla, sería buscarles un albergue donde pudiesen permanecer juntos.

Tras conocerse el altercado con la Guardia Urbana y que Sota acabó muerta, FAADA emitió un comunicado en el que lamentaba profundamente como organización “la actuación llevada a cabo por agentes de la Guardia Urbana que acabó con la vida de Sota, compañera de Tauri un chico en situación de sin techo. A través de nuestro proyecto Mejores Amigos y con la ayuda de voluntarios, estábamos en proceso de evaluar su vínculo para proporcionarles a ambos la ayuda necesaria”.

Según FAADA “este trágico final, que ha llevado a la muerte de un animal por defender y proteger a su compañero, pone de relieve la falta de formación y manejo de los cuerpos policiales en general y en este caso de la Guardia Urbana de Barcelona. También queda constatado que faltan protocolos adecuados para gestionar las actuaciones con animales en la vía pública, algo que debe solucionarse urgentemente.”

FAADA concluye que como entidad de protección animal “solicitaremos información oficial sobre la actuación llevada a cabo; paralelamente ya estamos investigando los hechos, contactando con los testigos que presenciaron la actuación para así efectuar las acciones correspondientes”.

El suceso ocurrió el martes por la tarde, cuando en la confluencia de la Plaza de España con la Gran Vía agentes de la Guardia Urbana se acercaron al dueño del perro, una persona sin hogar, para pedirle que lo llevara atado. A partir de aquí las versiones son muy contradictorias. Mientras que la oficial de los agentes es que la perra, sin bozal y suelta se lanzó sobre uno de ellos y le mordió en el brazo, por lo que sacó su arma reglamentaria y la redujo de un tiro en la cabeza para defenderse del ataque, testigos presenciales insisten en que la perra sólo ladró al ver que increpaban a su dueño por estar vendiendo de forma ilegal y que el policía disparó sin que mediara ataque. Las versiones de ambos coinciden en que el propietario lanzó un patinete a uno de los cinco policiales presentes y le hirió en la cabeza. Testigos presenciales dicen que fue cuando vio que habían matado a su perra, y la versión de la Guardia Urbana es que les atacó cuando quisieron identificarlo.

El hecho ha levantado una gran indignación por las redes sociales, por las que corre el video en el que se ve a la perra agonizando en el suelo sin recibir atención y a cuatro policías reduciendo a su dueño en el suelo. Los animalistas han convocado para el sábado una manifestación en memoria de Sota y para exigir que se abra una investigación para esclarecer los hechos.

Por su parte, la Guardia Urbana señaló en un comunicado que ha realizado una investigación para conocer los hechos que concluye que el agente implicado no tenía más "opción"y que actuó "en defensa de su integridad física". Según el escrito, la intervención policial no se inició a raíz de una llamada previa pidiendo una actuación, como en un principio se dijo, sino que una patrulla que se encontraba en la zona se detuvo al ver un "perro desatado, sin bozal y con “apariencia de raza potencialmente peligrosa” deambulando solo y procedió a identificar al propietario.

También la alcaldesa se vio obligada a intervenir y en un tuit Ada Colau señaló que “Ayer se produjeron unos hechos muy tristes en Barcelona. Lamento mucho la muerte de la perra Sota. Hemos visto imágenes que rompen el corazón y entiendo la gran ola de solidaridad que han generado. Pido prudencia antes de hacer juicios y también confianza en la investigación que hemos abierto. Según los testigos y las informaciones que tenemos en estos momentos, el agente actuó en defensa propia y temiendo por su integridad física. Ahora mismo está de baja y recuperándose de varias heridas. Barcelona es una ciudad que ama a los animales y no queremos que vuelvan a pasar hechos como este. Por eso, cuando concluya la investigación, revisaremos los protocolos de intervención con animales para buscar el margen de mejora, porque siempre se puede mejorar”, matiza Colau.