Vacunas

Los campamentos se blindan y ya piden cartilla de vacunación

Los campamentos se blindan y ya piden cartilla de vacunación
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Colonias de Gerona incluyen cláusulas tras el caso de difteria. Incluso exigirán a los padres que no vacunen un documento de responsabilidad

La Generalitat catalana ha puesto el foco en los campamentos de verano. Concretamente, en los situados en la comarca de la Garrocha, en Gerona. El caso de Pau, el pequeño de Olot ingresado en el Hospital de Vall d’Hebron por difteria, así como los de los otros ocho niños que han pasado a ser portadores de la bacteria, ha provocado que la Consejería de Sanidad quiera adoptar medidas ante las aglomeraciones de menores. ¿Cuáles? Está por verse. El portavoz del Govern, Francesc Homs, anunció ayer que su Ejecutivo «reforzará la explicación pública» de la importancia de vacunarse. Y ha hecho un llamamiento a estas colonias veraniegas para que los padres acrediten que sus hijos están vacunados.

Como afirmó ayer a este diario Robert Continente, presidente de la Agrupación de Casas de Colonias de la Garrocha, los organizadores de estos campamentos «ya piden una ficha médica». Y si tienen que tomar nuevas medidas, esperan a que la Generalitat mueva ficha. «Si consideran que debemos exigir el carnet de vacunación, deben comunicárnoslo. No somos nosotros los que debemos exigir un protocolo; ellos deben exigir las pautas», afirmó ayer a LA RAZÓN. Con todo, algunas colonias ya piden a los padres que les comuniquen si sus hijos están vacunados. Sin embargo, es cierto que los padres ya muestran preocupación, como indica Werner, otro portavoz de la asociación: «Estamos recibiendo llamadas preguntándonos por una posible exigencia. Pero todos nos dicen que sus hijos están vacunados, así que les tranquilizamos».

Es el caso de Alba Serveis Educatius, en la Garrocha. Según confirmó un portavoz de esta compañía, hasta este momento sólo se exigía a los padres la tarjeta sanitaria de los menores. Sin embargo, y a partir de ahora, dentro del dossier que deben rellenar los progenitores han incluido en la ficha médica una «cláusula» en la que se pide a las familias que «revisen» el carné de vacunación y que lo «pongan a disposición» de los responsables del campamento «cuando lleguen a las colonias». Así, Alba Serveis Educatius sólo exige a los padres, de momento, la cartilla. Pero ¿significa esto que los niños cuyos padres no los hayan vacunado estarán excluidos? Todo dependerá del protocolo, si es que finalmente se aprueba, que ponga en marcha la Generalitat. Otra cooperativa que agrupa a varios campamentos de la zona, Arriant, también están valorando tomar medidas específicas con respecto a la vacunación de los menores que acuden a sus campamentos. «Desde antaño pedimos una fotocopia del calendario vacunal, pero nunca hemos exigido a los padres que nos lo den porque la vacunación es una cuestión voluntaria», afirma el portavoz de la cooperativa Albert Serra. Sin embargo, no descartan tomar medidas. «Después de la situación que se ha desencadenado vamos a tener que hacer algo por si ocurre un caso similar en nuestros campamentos, porque se abren nuevas situaciones. A las familias que decidan no aportar el carné vacunal vamos a insistirles en que aporten un documento firmado haciéndose responsables», comenta a LA RAZÓN. «Sería algo así –explica– como un certificado en el que se indique: ‘‘No quiero entregar la cartilla’’». Es su forma de «cubrirnos las espaldas». Serra reconoce que «a raíz del caso del niño de Olot han surgido preocupaciones latentes y todos los padres ahora exigen seguridad para sus hijos. Y es lógico». El portavoz de este grupo de colonias también cree que «los grupos antivacunas son una realidad en nuestra sociedad».

En otros casos, en principio no se tiene pensado implantar novedades, si bien este verano «prestaremos especial atención al apartado de vacunas». Así lo afirma Alexis Urusoff, responsable de Avalon School, un campamento situado en la zona de la Alta Garrocha y en la que reunirán a 20 grupos de chicos de entre 13 y 19 años. «Contamos con una política de seguridad muy estricta y entregamos a los padres un cuestionario exhaustivo, pues lo exige el seguro», afirma Urusoff. De hecho, asegura que se pregunta a los progenitores por las vacunas. Reconoce que jamás se han enfrentado a un caso de un niño sin vacunar, y sólo han tenido que afrontar casos de menores que padecían diabetes o celiaquía. «Si se nos presenta el caso de un niño sin vacunar, llamaremos a nuestro seguro, y será un asesor médico el que decida si representa un riesgo o si se debe rechazar su solicitud», explica. Con todo, cree que no se debe comenzar «una caza de brujas», pues el caso del niño de Olot debe ser objeto de un «debate serio».

En otros campamentos, fuera de Cataluña, como los de la YMCA reconocen que «no exigimos ningún documento, aunque sí lo preguntamos por si aparece algún problema», afirma una portavoz. ¿Y si el menor no está vacunado? «Sólo le rechazamos si otros niños del grupo tampoco están vacunados y puede ponerlos en riesgo».