Ciencia y Tecnología

Las máquinas «agravarán la desigualdad» laboral

Las máquinas «agravarán la desigualdad» laboral
Las máquinas «agravarán la desigualdad» laborallarazon

Desde el año 2010, las ventas de robots han aumentado una media del 17% y, desde 2014, casi un 30%. Parece claro que la inteligencia artificial ha generado una dependencia que apunta a que el relevo de los seres humanos en el mercado laboral está más cerca que nunca. Bienvenido a las cuarta revolución, donde mas allá de vehículos sin conductor (véase, por ejemplo, los casos de Tesla y Uber) se espera la llegada de humanoides que cuiden personas, corten el césped y operen con precisión.

Los datos hablan por sí solos: el 23% de las actividades profesionales en España se automatizarán para el año 2030 y cerca del 15% a nivel mundial. Así lo certifica el último informe emitido por la consultora estadounidense McKinsey, en el que concluye que el recorte afectará, principalmente, a puestos de banca, cajeros, reponedores, camioneros o servicios hoteleros.

La misma opinión compartió el investigador de la Universidad Rice de Houston Moshe Vardi, durante un coloquio en Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. En él, cuestionó el papel del ser humano si las máquinas son capaces de hacer casi cualquier tarea. «Agravarán la desigualdad», sentenció. Y, por lo tanto, buena parte de los trabajadores perderán sus actuales puestos. De modo que lo que hay que plantearse es cómo será esa convivencia laboral, quién cotizará las pensiones y si será necesaria una compensación para quienes sean reemplazados. Según la Federación Internacional de Robótica, para el año 2019, el número de robots industriales superará los dos millones y medio. Por el momento, Corea del Sur lidera ese conjunto de países con mayor densidad de máquinas (531 por cada 10.000 trabajadores), seguido de Singapur (398) y Japón (305). Por esta razón, el Parlamento Europeo instó, a principios de año, a la Unión Europea a legislar sobre inteligencia artificial pues, a pesar de que aun no existan robots que tomen decisiones racionales, existen otros que forman parte del día a día sin una regulación pertinente, como los drones o los vehículos autónomos.