Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), han investigado a un hombre vecino de la localidad cacereña de Serradilla por un delito de maltrato animal, El hombre fue localizado tras arrojar siete cabritos a un contenedor de residuos urbano, seis de ellos ya muertos y uno aún vivo, aunque lamentablemente falleció después.

Los hechos ocurrieron el pasado 18 de abril, cuando la Guardia Civil recibió una llamada en la que alertaba de la presencia de un cabrito muerto dentro de un contenedor, y apuntado que podría haber más animales en el interior de un saco.

Ante la alerta, los agentes del Seprona acudieron al lugar y confirmaron que dentro del contenedor había hasta siete ejemplares de la especie caprina, uno muerto fuera de un saco de rafia y los otros seis dentro.

De estos, uno todavía estaba vivo, relata la Benemérita en una nota de prensa en la que explica que todos los animales eran recién nacidos, por lo que "urgía la pronta atención del animal vivo por parte de personal especializado para tratar de salvar su vida".

Los agentes iniciaron diferentes trámites necesarios para proteger la vida del animal y localizar al propietario de los animales, quien fue identificado pocas horas después.

A pesar de los esfuerzos del especialista, el cabrito no logró sobrevivir. El pasado día 8 de mayo, la Guardia Civil procedió a investigar al hombre, vecino de la localidad, por un posible un delito de maltrato animal.