Enfermedades
Médicos y juristas, divididos ante la obligación de vacunar
Los expertos creen que no inmunizar a un niño pone en riesgo su salud
Vacunar a los niños no es obligatorio en España, pero ante el caso de Olot son muchos los que se plantean si debe convertirse en una obligación o debe seguir quedando al libre albedrío de los padres. La cuestión ha abierto un debate entre los profesionales de la medicina y de la jurisprudencia con opiniones contrapuestas.
«En España ha funcionado muy bien el sistema de vacunación voluntaria, se han dado muchas facilidades a los padres y se les ha explicado la bondad de cumplir el calendario establecido. Prueba de ello es que tenemos una de las tasas más altas de cobertura, pero hacer cambios en un sistema tan robusto tiene sus riesgos», explica Ildefonso Hernández, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública. «Un sistema obligatorio de vacunación implicaría imponer sanciones pero ¿a quién? ¿A los padres? ¿A los hijos? Lo pertinente sería ver cuáles son las bolsas de baja cobertura en vacunación, que podrían deberse por malas condiciones sociales».
Una opinión muy diferente es la que defiende Javier Urra, ex Defensor de Menor de la Comunidad de Madrid, doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud. «La vacuna es un derecho del niño, no de los padres, y éstos tienen el deber de suministrárselas a su hijo. En España la ley general sanitaria no obliga a los progenitores a vacunar a los hijos, pero este caso ha sorprendido a todos». Urra es de los que consideran que «lo que opinen los padres no puede poner en riesgo la salud de un menor y en este caso la Fiscalía podría intervenir porque se ha puesto en riesgo a un niño y puede que a otros. Es una clara conducta de riesgo. Lo de poner o no una vacuna a un hijo no es opinable, como tampoco es la ley de la gravedad. Existe y no hay más discusión». El ex delegado del Gobierno en Madrid y ex Defensor del Menor de Madrid, Pedro Núñez Morgades, también apoyó una reforma legal que obligue a los padres a vacunar a sus hijos. «Situaciones como éstas podrían considerarse como un maltrato al menor. No es discutible inmunizar o no a un niño por motivos religiosos y tampoco es una cuestión opinable».
Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas aseguran que «aunque la vacunación sólo es recomendable, su obligatoriedad es un aspecto sobre el que hay que reflexionar» porque considera necesario «velar por la protección colectiva», ya que, «aunque es una decisión individual, puede poner en riesgo a toda una comunidad».
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