El reto del agua en España

Día Mundial del Agua: La colaboración con compañías como SUEZ España se hace imprescindible para preservar un recurso tan escaso en el país.

En España, a grandes rasgos, conviven cuatro climas. En el norte, oceánico; en el litoral, mediterráneo, y en la meseta, mediterráneo-continental. Todos ellos salpicados por otros de montaña en cotas altas. O lo que es lo mismo, el 80% de la península se debate entre el mediterráneo y el mediterráneo continental, que se caracterizan por largas etapas de sequía y episodios, pocos, de lluvias torrenciales. El de Canarias es subtropical. Salta la vista que el agua es un bien escaso en la mayor parte del territorio.

Los últimos años dan buena cuenta de esta situación de escasez. La media de pluviometría de los ejercicios hidrológicos 2013-2014, 2014-2015 y 2015-2016 fue de 622, 588 y 616 mm respectivamente, frente a un valor histórico medio de 648 mm. Por suerte, veníamos de una situación hidrológica muy favorable gracias a los 799 mm del ejercicio 2012/13. Así, los efectos de la sequía se pospusieron hasta llegar al ejercicio 2016/2017 en el que la lluvia se desplomó. Apenas cayeron 550 mm, dejando muy tocada a toda Galicia, el Cantábrico Occidental, el Duero, las cabeceras del Ebro y del Tajo, del Guadiana, del Guadalquivir, además de Cataluña y varias de las Islas Canarias. En resumidas cuentas, el volumen global almacenado al final del ejercicio hidrológico 2016-2017 fue inferior en 4.000 hm3 al que había al inicio del año hidrológico, lo que supone 10,3 puntos porcentuales menos que entonces. Dicho de otro modo, la reserva existente del 33,9% sobre la capacidad máxima es netamente inferior a la media de los últimos diez años, del 50,1%.

A día de hoy, esta situación de sequía se ha extendido prácticamente por toda la península. Y es especialmente significativa en zonas del sureste peninsular, principalmente en las provincias de Alicante, Valencia y Murcia, aunque también está afectando de manera alarmante en el centro-norte del país (Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria y alto Ebro). Por todo ello, además de rezar a la Virgen y mirar al cielo, tal y como hizo el exconseller de la Generalitat, Francesc Baltasar, se hace necesario implementar una política hídrica a corto y largo plazo para evitar estas situaciones. Y para ello, resulta cada vez más necesario el concurso de compañías especializadas en este campo.

Es el caso de SUEZ España, referente global en la gestión del agua tanto en el ámbito municipal como en los sectores industriales y agrícolas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y avanzar en la protección de los recursos naturales. En su haber, cuentan con el aval de que en los territorios que gestiona no hay a día de hoy riesgo de cortes de suministro para la ciudadanía. Pero, por el contrario, hay zonas en las que urge tomar medidas como la cabecera de Miño Sil (Ourense) y en la zona norte del Duero (Astorga, Palencia, León). A corto plazo, por ejemplo, en la AM Centro Norte, AM Sur y AM Comunidad Valencia, están en marcha los comités de seguimiento de la sequía, con el fin de coordinar todas las acciones necesarias para minimizar los efectos negativos. En Levante se redujo el trasvase Tajo-Segura a finales de mayo, por lo que se está suministrando desde entonces mayoritariamente con agua procedente de desalinizadoras.

Medidas

En el caso de SUEZ España, también intentan reducir el agua no registrada en las redes, la «que se pierde», mediante sectorización de redes, control dinámico de presiones, sistemas avanzados de búsqueda de fugas, control de consumos nocturnos o de fugas y fraudes. Aquí es importante corresponsabilizar a los ayuntamientos de este tema, demandando las inversiones necesarias para poder hacer una correcta gestión de los activos existentes. Es decir, potenciar el uso de agua regenerada, para usos como el riego de parques y jardines, el baldeo de las calles o, incluso, el regadío agrícola, o reducir los consumos municipales de riego de jardines y baldeo de calles. Es, según SUEZ España, promover soluciones bajo un prisma de gestión eficiente y equidad en el reparto y en el coste volúmenes disponibles, que permitan una operación centralizada y una toma de decisiones en tiempo real logrando un uso sostenible de los recursos hídricos. Optimizar los recursos subterráneos, aumentar la aportación de agua desalada e incrementar el uso del agua regenerada. Además de aumentar las inversiones en reposición de activos, traspasando el coste de los mismos al precio final del agua

Y, por último, plantear medidas en el marco de la agricultura que impliquen la implantación de tecnologías que faciliten una reducción de la demanda a través de la monitorización y control del riego en parcela. También se necesita implantar mecanismos ágiles de intercambios de derechos mediante bancos de agua u otras medidas.