Ciencia

La «estrategia» de las ballenas para comer

Un estudio revela cómo cambian de táctica en función de la presa

Una ballena jorobada, fotografiada en aguas de Colombia
Una ballena jorobada, fotografiada en aguas de Colombialarazon

Las ballenas jorobadas se alimentan de una variedad de especies que se han adaptado para escapar de su suerte de distintas maneras. Igual que los seres humanos rastrean sus presas de acuerdo a las especies que están acechando, las ballenas se lanzan con la boca abierta de diferentes maneras, dependiendo de la presa que estén cazando.

Una investigación realizada por el doctor Nicholas Carey, del Laboratorio Goldbogen de la Estación Marítima de Hopkins de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, y colaboradores de IAMC-CNR, en Italia, empleó datos de ballenas reales y simulaciones de laboratorio para examinar si las ballenas alteran su estrategia para coger diferentes alimentos, informa Europa Press.

«Nuestros resultados ilustran el complejo equilibrio entre los ataques de ballenas y las respuestas de escape de los peces y cómo las características de las ballenas pueden estar vinculadas con las habilidades de escape de las presas objetivo», dice el doctor Paolo Domenici, quien pasó varias semanas en la Estación Marítima de Hopkins y ayudó a dirigir el estudio.

El doctor Jeremy Goldbogen cree que esta investigación puede revelar cómo las ballenas pueden estar cambiando su estrategia de ataque en función de la presa a la que están apuntando con el fin de maximizar su éxito de la caza. «Las embestidas de las ballenas son muy costosas energéticamente, por lo que cualquier aspecto que eleve el potencial éxito de estos ataques es beneficioso», afirma.

Las ballenas jorobadas cazan una variedad de especies diferentes incluyendo krill, arenque, sardinas y anchoas. Estas especies de presas se mueven de diferentes maneras, lo que significa que las ballenas no pueden utilizar una estrategia de caza para todos sus objetivos.

«Es probable que las anchoas naden más rápido y cubran distancias mayores en comparación con el krill, por lo que pueden tener una mejor capacidad para escapar de una ballena que se acerca --explica Carey--. Creemos que estas diferentes características pueden requerir variadas estrategias de ataque por parte de las ballenas».

Las ballenas jorobadas se alimentan comúnmente de grandes bancos de presas acercándose a altas velocidades y «arrojándose» sobre sus presas, absorbiendo un gran volumen de agua y filtrando la presa a través de sus filtros de alimentación. Los colegas del doctor Carey en el laboratorio de Goldbogen liderado por Dave Cade recogieron datos de ballenas jorobadas vivas durante la alimentación, lo que llevó a la creación de un modelo de «estímulo» amenazante depredador que utilizaron para analizar las respuestas de escape de anchoas en el laboratorio.

Se recogieron los datos mediante la colocación de etiquetas electrónicas en las ballenas para medir la velocidad, la aceleración

y el momento de la apertura de la boca con el fin de crear diferentes perfiles de embestidas para cada especie presa objetivo. «Las ballenas jorobadas que se alimentan de peces mostraron mayor variabilidad en sus estrategias de lanzamiento y, a pesar de que las presas son mucho más rápidas, en realidad se precipitan más lentamente», dice Goldbogen.

«Las anchoas son uno de los peces más abundantes en los océanos, formando grandes escuelas de millones de individuos y son atacadas por una multitud de depredadores», describe el doctor Carey.

«Debido a esto, han evolucionado para ser rápidas, estar vigilantes y muy atentas para no acercarse a las amenazas», añade este experto, que presentará sus datos en la reunión anual de la Sociedad de Biología Experimental, que se celebra en Gotemburgo, Suecia, hasta el jueves. EP