Ciencias humanas
La lagartija que «pinta» su cola de rojo para protegerse
Investigadores de la Universidad de Alcalá y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han analizado en dos trabajos la función de la coloración roja de los ejemplares jóvenes de lagartija colirroja, Acanthodactylus erythrurus, y han comprobado que se trata de un señuelo para que los depredadores no ataquen partes vitales de su anatomía, así como para reducir la agresividad de los adultos de su misma especie.
Los ejemplares jóvenes de lagartija colirroja desarrollan una coloración rojiza en su cola y patas traseras que desaparece cuando se hacen adultos.
Según el estudio publicado en Evolutionary Ecology, hacer más llamativas las partes del cuerpo que no son vitales, como la cola, provoca que los ataques de los depredadores se dirijan a esa zona, incrementando sensiblemente sus posibilidades de sobrevivir. «Se trata de una estrategia basada en el engaño al depredador que aumenta la supervivencia de las lagartijas», apunta el investigador del MNCN, José Javier Cuervo, informa Tendencias 21.
Para comprobar esta hipótesis los investigadores crearon modelos de lagartijas con y sin la cola roja y observaron los ataques que recibían por parte de sus depredadores. «Aunque los modelos con cola roja fueron descubiertos antes, la mayoría de los ataques fueron dirigidos a la cola», explica el investigador.
«Nuestros datos demuestran que, pese a que la coloración roja hace a los juveniles más visibles, y de alguna manera más vulnerables, estas lagartijas han mantenido esa tonalidad llamativa para salvaguardar partes vitales y lograr que los ataques se centren en la cola, parte del cuerpo que las lagartijas pueden regenerar», continúa Cuervo.
Más información en la web Tendencias 21
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