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Perros al tren

Una campaña que ya ha recogido 27.000 firmas pide a Renfe que deje viajar en sus vagones a los canes de más de 10 kilos

Perros al tren
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Viajar en verano se convierte en tiempo de desconexión para la mayoría de los españoles. Hacerlo con mascotas es posible, aunque las dudas surgen en las familias que viven con animales, cada vez más en auge. «Hay un aumento del número de llamadas que recibimos cuando se acercan los meses de julio y agosto», explica Amparo Gómez, del Servicio de Atención al Colegiado del Colegio de Veterinarios de Madrid.

Los sistemas de transporte y los tipos de estancias ven en las mascotas un nuevo mercado. Sin embargo, del tamaño del can y su peso suelen ser los dos principales inconvenientes que alegan los sistemas de transporte y las compañías de alojamiento para no aceptarlos. Por esto, la periodista y presentadora Sandra Barneda, a través de la plataforma Change.org., ha abierto una campaña, «Perros al tren», con la que pretende conseguir 35.000 firmas para que Renfe permita que los perros de más de 10 kg puedan viajar en los trenes. 24 horas después de su inicio consiguió 6.000 firmas y la cifra va aumentando según pasan los minutos.

En los alojamientos hoteleros vienen especificados aquéllos que los admiten. Corresponde a la política de cada hotel de cada ciudad su admisión, por lo que se recomienda asegurarse por teléfono o correo electrónico. En los apartamentos, este aspecto dependerá del dueño o la agencia que realice el alquiler. En la actualidad, casas rurales o balnerarios emergen como otras alternativas a tener en cuenta para alojarse. Existen páginas webs que hacen más fácil la búsqueda al incluir la preferencia de mascotas al realizar la reserva. En el caso de los balnearios son raros los casos que los admiten. En definitiva, cada establecimiento fija su normativa, si los acepta o no, el número de perros que permite por habitación, su tamaño, el peso, y el suplemento a pagar.

También es necesario tener en cuenta el sistema de transporte elegido aunque, por lo general, por una cantidiad adicional, sí es posible el viaje con el animal, aunque no a nuestro lado. En caso de que se realice en avión, se debe consultar a la empresa las características. Las compañías aéreas que admiten canes, en su trasportín, ubicados en la bodega o cabina, son Iberia, Vueling o Airfrance, mientras que Easyjet o Ryanair, de bajo coste, no lo contemplan.

Si por el contrario, el traslado se hace en tren, autobús o barco, sucede lo mismo. Renfe posee en su página web la información en la que permite el transporte del animal, siendo no superior a 10 kilogramos. Alsa permite un perro y, al igual que la anterior, sin superar este peso marcado. En el transporte marítimo tanto Transmediterranea, Balearia o Brittany Ferries es posible, aunque cada una de ellas con sus propias particularidades disponibles en sus páginas web.

Si el recorrido se realiza en el coche propio, no hay que dejarle solo en el vehículo porque según el informe presentado por el RACC junto con el automóvil club suizo (TCS), las mascotas son vulnerables a las temperaturas extremas, por lo que es necesario extremar las precauciones y dotarles de las medidas de seguridad pertinentes.

Asimismo, hay que llevar todos los documentos del perro en regla para no tener ningún contratiempo en las vacaciones. «Es necesario que lleven la cartilla en la que aparece la identificación, con el microchip, el nombre del dueño y del perro, así como el calendario de vacunas en el que tiene que figurar la rabia, que es anual. El pasaporte es obligatorio si se va a viajar por Europa. En caso de acudir a países terceros debe consultar la información del país en concreto y en Cexgan, dependiente del Ministerio de Agricultura», concluye Gómez.