Jardinería

Plantas trepadoras que prosperan con el descuido: 5 enredaderas que no requieren tiempo

Olvídate de los cuidados exigentes, estas cinco trepadoras son ideales ideales tanto para jardineros novatos como para quienes simplemente no tienen tiempo

Plantas trepadoras que prosperan con el descuido: 5 enredaderas que no requieren tiempo
Plantas trepadoras que prosperan con el descuido: 5 enredaderas que no requieren tiempoLa Razón

Convertir tu balcón o patio en un oasis verde no tiene por qué ser sinónimo de trabajo constante. Existen plantas trepadoras que no solo embellecen con rapidez cualquier espacio, sino que lo hacen prácticamente solas. Son especies resistentes, adaptables y poco exigentes, ideales tanto para jardineros novatos como para quienes simplemente no tienen tiempo (ni ganas) de cuidar plantas todos los días.

Estas enredaderas pueden cubrir paredes, rejas o pérgolas sin más esfuerzo que una buena plantación inicial y algo de agua en sus primeros días. A cambio, ofrecen estructura, privacidad, sombra e incluso flores comestibles. Te presentamos cinco opciones infalibles que, además de crecer con vigor, apenas necesitan atención.

1. Madreselva (Lonicera sempervirens): aroma con mínima supervisión

Entre las trepadoras más populares, la madreselva ocupa un lugar destacado. Es resistente, de rápido crecimiento y desprende un aroma dulce irresistible. Aunque existen variedades invasoras como la madreselva japonesa (Lonicera japonica), se recomienda optar por especies nativas como la Lonicera sempervirens, también conocida como madreselva coral o trompeta.

Esta variedad soporta condiciones adversas, crece en suelos pobres, tolera el frío hasta la zona 4 y florece en sombra parcial o pleno sol. Además, su floración prolongada atrae colibríes, lo que convierte cualquier rincón en un espectáculo natural.

Madreselva
MadreselvaLa Razón

2. Enredadera de Virginia (Parthenocissus quinquefolia): la fuerza de lo salvaje

Si buscas una planta que se encargue de todo por sí sola, la parra virgen es tu aliada. Originaria de América del Norte, esta enredadera perenne se agarra con fuerza a cualquier superficie, crece en casi cualquier tipo de suelo y sobrevive en condiciones extremas, desde zonas frías hasta climas cálidos (zonas 3 a 10).

Eso sí, una vez que se establece, es muy difícil de eliminar, así que asegúrate de quererla a largo plazo. En otoño, sus hojas rojizas tiñen las fachadas con una espectacular gama de colores, aportando un aire silvestre y romántico al jardín.

Enredadera de Virginia
Enredadera de VirginiaLa Razón

3. Plumbago (Plumbago auriculata): azul sin esfuerzo

El plumbago, originario de Sudáfrica, es perfecto para zonas soleadas y cálidas (zonas 9 a 11). Esta enredadera perenne luce flores azules que destacan tanto por su color como por su persistencia durante gran parte del año.

Aunque no sobrevive inviernos duros, en climas templados se comporta como una planta todoterreno que apenas necesita riego o poda. Se puede guiar como arbusto o enredadera con ayuda de un cordel, y aunque tolera algo de sombra, florece mejor a pleno sol.

Plumbago
PlumbagoLa Razón

4. Capuchina (Tropaeolum majus): belleza comestible en semanas

La capuchina es una de las trepadoras anuales más agradecidas. Se cultiva fácilmente a partir de semillas, crece con rapidez y produce flores de colores vivos, naranjas, rojas o amarillas, que además son comestibles. Son ideales para añadir un toque gourmet a ensaladas veraniegas.

No exige fertilizantes ni suelos ricos; de hecho, se da mejor en terrenos pobres y bien drenados. Solo necesita sol directo y una estructura para trepar, como una malla o cañas de bambú. Siembra directa en primavera y listo: la naturaleza hará el resto.

Capuchina
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5. Gloria de la mañana (Ipomoea tricolor): un estallido azul diario

La gloria de la mañana es otra opción ideal para los impacientes. Esta enredadera anual puede crecer hasta tres metros en una sola temporada y regala flores en forma de campanilla que se abren cada mañana con un vibrante tono azul celeste.

Requiere sol pleno y un suelo bien drenado, pero más allá de eso, se mantiene sola. Se siembra en primavera directamente en el suelo o en macetas, y aunque puede autosembrarse, no suele sobrevivir al invierno en climas fríos. Eso sí, su impacto visual compensa con creces su corta vida.

Gloria de la mañana
Gloria de la mañanaLa Razón

Más que estética: refugio y biodiversidad

Estas plantas trepadoras no solo decoran, también aportan valor ecológico. Sus flores ofrecen néctar a abejas, mariposas y colibríes, mientras que sus hojas dan sombra y refugio a insectos y pequeños animales. Una forma sencilla y natural de atraer vida silvestre a tu jardín sin mover un dedo.

Así que ya lo sabes, si quieres cubrir una pared aburrida, ganar privacidad o simplemente ver crecer algo hermoso sin preocuparte demasiado, estas cinco enredaderas son tu mejor opción. Con un mínimo de atención, te devolverán belleza, frescura y naturaleza a raudales.