Con la llegada del verano y el calor, solemos guardar las zapatillas y optar por calzados más frescos. Las preferencias varían, pero las sandalias, Birkenstock, alpargatas, Crocs y chancletas suelen ser las opciones más populares.

Sin embargo, los podólogos advierten sobre el uso prolongado de algunos de estos calzados. Aunque son muy valoradas por su comodidad, los expertos señalan que pueden tener desventajas para la salud de los pies y aumentar el riesgo de lesiones.

¿Por qué estos zapatos no son el calzado ideal?

Las Crocs, uno de los calzados más apreciados por su comodidad, han sido objeto de críticas por parte de los podólogos. En un video viral visto por más de 400,000 personas, la podóloga Lara explica por qué no recomienda su uso, incluso en épocas de calor.

“Si las usas sin calcetines, el contacto con el plástico puede causar mal olor”, señala Lara. Aunque las Crocs tienen orificios que dan la sensación de ventilación, el material plástico hace que el pie sude más de lo normal. Además, la fricción entre el plástico y la piel puede provocar irritaciones.

Si decides usar Crocs, los expertos recomiendan hacerlo por períodos cortos. Para caminatas largas o actividades que requieran mucho movimiento, es mejor optar por otro tipo de calzado con mayor soporte.

Falta de soporte para el arco y el talón

El podólogo Sidney Weiser, presidente del Quality Podiatry Group, destaca que el problema principal de las Crocs es la falta de soporte para el arco del pie. Esta carencia puede generar una presión excesiva sobre la fascia plantar, un ligamento grueso que conecta el talón con la parte delantera del pie y actúa como amortiguador, sosteniendo el arco.

El uso prolongado de Crocs puede contribuir al desarrollo de fascitis plantar, una afección que causa dolor en el talón o en la parte media de la planta del pie. Esta condición puede dificultar caminar, estar de pie o subir escaleras.

Además, la falta de soporte puede provocar otras afecciones como tendinitis aquílea, juanetes, dedos en martillo, tendinitis tibial posterior o periostitis tibial. Las Crocs tampoco ofrecen soporte en el talón, lo que puede causar dolor en esta zona y aumentar el riesgo de tropiezos o caídas debido a la falta de estabilidad. Estudios de 2021 sugieren que las Crocs no favorecen el equilibrio al caminar.

Weiser desaconseja especialmente el uso de Crocs para personas con pies planos. Según el Instituto de Salud Preventiva del Pie, los pies planos son más propensos a desarrollar fascitis plantar si no se utiliza un calzado con soporte adecuado para el arco.

¿Cuándo es seguro usar Crocs?

Las Crocs son populares por sus beneficios: son frescas, fáciles de poner, cómodas y no requieren cordones. Según Weiser, usarlas ocasionalmente no representa un problema, especialmente para actividades de bajo impacto, como estar en casa, hacer jardinería o ir a la playa.

Sin embargo, se recomienda evitarlas en situaciones que impliquen alto impacto para los pies, como caminatas largas, escaladas o levantar objetos pesados. En estos casos, es mejor elegir un calzado con mejor soporte y amortiguación.