Opinión

No se puede soportar

Los trastornos mentales que provoca el calor en las personas

Paloma Pedrero
Paloma Pedrerolarazon

Después de mucha resistencia puse el aire acondicionado en casa. Esa máquina perniciosa para la salud del medio ambiente y de las propias personas que lo “gozan”, se ha vuelto irremediable para sobrevivir a las continuas olas de calor que nos asfixian. Mi perra huye del chorro frio y estornuda a menudo. Yo intento ponerlo lo menos posible, pero realmente estoy padeciendo menos el desbarre del calentamiento. Y pienso, siempre pienso, en todos esos que no pueden pagarse el aparato pernicioso, o que, viviendo de alquiler, el dueño no puede o no quiere instalárselo. Agua, mucha agua fría en el cuerpo, en el suelo… Persianas bajadas, ventanas cerradas, ventiladores baratos no es suficiente para mantener un ambiente habitable en muchas viviendas. Otra vez la injusticia climática. Una realidad con efectos nefastos. Dicen que este 2023 ya ha provocado un exceso de mortalidad de más de sesenta mil personas en Europa, sobre todo mediterránea, y con mayoría de niños y mujeres. Pero hay algo incluso más peligroso y de lo que apenas se habla: los trastornos mentales que provoca el calor en las personas a partir de los treinta y cinco grados durante un periodo. Esto es observable con solo pisar la calle, incluso mirándonos a nosotros mismos. Este calor extremo

nos vuelve irritables, confusos, impulsivos. Nos quita las ganas de trabajar o de ayudar al prójimo. Nos lleva a estados de ansiedad, estrés, apatía y depresión. En las personas que ya sufren trastornos mentales con agresividad latente, puede haber un aumento de la violencia y criminalidad. Demostrado está. Y otra vez las mujeres son las víctimas propiciatorias. Un trabajo al respecto publicado en 2018 concluyó que el riesgo de violencia de género con las olas de calor aumentaba considerablemente tres días después de estar por encima del umbral de 34 grados. Parece que la testosterona también se sobrecarga con el bochorno. En fin, que o se hace algo de verdad o nos vamos toditos al carajo. Como verán hoy estoy acaloradamente cabreada.