Nutrición

Qué alimentos contienen arsénico inorgánico, el contaminante que se relaciona con el aumento de cáncer de piel

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la exposición de los consumidores al arsénico inorgánico en los alimentos plantea un motivo de preocupación para la salud

Vista de varios panes
Vista de varios panesMARISCALAgencia EFE

Los científicos están cada vez más preocupados por la presencia de arsénico y otros metales pesados ​​en nuestros alimentos. Estos elementos químicos ingeridos en pequeñas cantidades pueden ser altamente tóxicos para el organismo y causar complicaciones desde una enfermedad o hasta producir la muerte.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado las conclusiones de su última evaluación de riesgos del arsénico inorgánico en los alimentos. Subraya que la exposición de los consumidores a este contaminante se asocia a un posible aumento de cáncer de piel como "efecto nocivo más relevante".

¿Qué alimentos contienen arsénico orgánico?

Tras puntualizar que la Comisión Europea le pidió que “actualizara” su evaluación del arsénico inorgánico para “considerar nuevos estudios sobre sus efectos tóxicos”, la EFSA precisa que el arsénico es un contaminante “muy extendido” que está presente tanto de forma natural como por resultado de la actividad humana y que aparece en varias formas, dependiendo de su estructura química.

A su vez, puntualiza que los alimentos son la “principal fuente de exposición” al arsénico inorgánico para la población general en Europa y que los “principales contribuyentes” a la exposición alimentaria son el arroz, los productos a base de arroz y los cereales y productos a base de cereales, si bien el agua potable también contribuye a dicha exposición, aunque, a su entender, los niveles “suelen ser bajos en Europa”.

Riesgos para la salud

“La ingesta a largo plazo de arsénico inorgánico se ha asociado con una serie de efectos adversos para la salud humana, incluidas algunas formas de cáncer”, subraya este organismo, que, para su evaluación, consideró el aumento de la incidencia de cánceres de piel asociados a la exposición al arsénico inorgánico como “el efecto nocivo más relevante”.

En este contexto, los expertos concluyen que “garantizar” la “protección” contra el cáncer de piel “también protegerá contra otros efectos potencialmente dañinos”.

Al evaluar las sustancias genotóxicas y cancerígenas que están presentes de forma “no intencionada” en la cadena alimentaria, la EFSA calcula un margen de exposición para los consumidores (MOE), que es una relación de la dosis a la que se observa un “efecto adverso pequeño pero mensurable” y el nivel de exposición a una sustancia para una población “determinada”.

A este respecto, la EFSA recordó que “un MOE bajo representa un riesgo mayor que un MOE más alto” y advirtió de que, “sobre la base de los datos disponibles de estudios en humanos”, un MOE de uno o menos correspondería a un nivel de exposición al arsénico inorgánico que “podría estar asociado con un mayor riesgo de cáncer de piel”.

“En los adultos, los MOE son bajos, oscilando entre 2 y 0,4 para los consumidores medios y entre 0,9 y 0,2 para los consumidores altos”, indicó el organismo, cuyos expertos concluyeron que “esto plantea un problema de salud”.

Cáncer de piel

El cáncer de piel es uno de los tumores cuyo aumento se ha generalizado en toda Europa. En la actualidad, se diagnostican 36.000 casos de cáncer de piel al año, con 12.000 defunciones anuales.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, el tumor se produce por el crecimiento anormal y descontrolado de las células cutáneas, que se han alterado debido a la acción de la radiación ultravioleta (UV), siendo ésta procedente de la luz solar o de fuentes artificiales de radiación ultravioleta, por eso se suele manifestarse con mayor frecuencia en las zonas de piel expuestas al sol.

Los principales tipos de cáncer de piel son: carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y melanoma. Los carcinomas de piel en España tienen una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes en el año 2020 (fuente: Observatorio de la aecc), con una tendencia al aumento de la incidencia en los últimos años.

El melanoma tiene una tasa de incidencia mucho menor: de 12 casos por cada 100.000 habitantes , habiendo en 2020 5.489 casos diagnosticados. Los carcinomas de células basales y de células escamosas son los más frecuentes en su presentación (253 y 38,16 casos por 100.000 personas y año, respectivamente).