Psicología
Qué significa hablar solo en voz alta, según la psicología
Durante años fue visto como un signo de rareza, pero hoy la ciencia lo considera un recurso útil para la mente
Hablar con uno mismo en voz alta sigue siendo un gesto que genera curiosidad, cuando no incomodidad, en los demás. Sin embargo, lejos de asociarse a un trastorno, cada vez más estudios muestran que esta práctica puede ser beneficiosa para el cerebro, sobre todo si no está acompañada de otros síntomas preocupantes.
Un recurso para potenciar la mente
Según explicó a la BBC el profesor Gary Lupyan, psicólogo de la Universidad de Wisconsin, verbalizar los propios pensamientos no es un acto irracional, sino una herramienta que mejora funciones como la memoria y la concentración.
En un experimento, se pidió a los participantes identificar objetos en una pantalla. Aquellos que los nombraban en voz alta lograban encontrarlos con mayor rapidez. "Al mencionar lo que se ve, el cerebro activa de inmediato la información visual para reconocer el objeto más rápido", señaló Lupyan.
El ejemplo de la infancia
La infancia ofrece una pista clara sobre el valor de esta práctica. Los niños, cuando juegan o realizan tareas, suelen hablar consigo mismos en voz alta. Esta conducta, lejos de ser un problema, es parte natural del aprendizaje: les ayuda a organizarse, mejorar la motricidad y guiar sus acciones.
La psicoterapeuta Anne Wilson también lo defiende: "Todos necesitamos hablar con alguien interesante, que nos conozca perfectamente y esté de nuestra parte. ¿Quién mejor que nosotros mismos?". Para algunos profesionales, de hecho, se trata de una estrategia que incluso se recomienda en consulta.
Beneficios del diálogo verbalizado
Entre los efectos positivos de hablar solo destacan:
- Refuerza la memoria, al repetir y consolidar información.
- Organiza el pensamiento, facilitando la toma de decisiones.
- Ayuda a resolver problemas, al externalizar dudas y posibles soluciones.
- Contribuye al bienestar emocional, al ofrecer motivación y claridad mental.
La psicología contemporánea entiende este hábito como una forma de diálogo interno positivo, una especie de socialización consigo mismo que puede mejorar el rendimiento cognitivo y también el equilibrio emocional.
Una práctica cada vez más reconocida
Durante mucho tiempo hablar solo se estigmatizó como signo de rareza o inestabilidad. Hoy, la ciencia dice lo contrario: es una herramienta natural que favorece la concentración y la eficacia mental.