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Tragedia en aguas de Melilla: Pagar 2.000 euros para morir

Los inmigrantes, todos de origen subsahariano, podrían haber naufragado en su intento de llegar a costas españolas en patera durante los últimos días, en los que se había decretado alerta amarilla por fenómenos costeros en aguas de Melilla.

La Guardia Civil recupera el cadáver de un inmigrante en la playa del Tarajal de Ceuta en una imagen de archivo
La Guardia Civil recupera el cadáver de un inmigrante en la playa del Tarajal de Ceuta en una imagen de archivolarazon

Los inmigrantes, todos de origen subsahariano, podrían haber naufragado en su intento de llegar a costas españolas en patera durante los últimos días, en los que se había decretado alerta amarilla por fenómenos costeros en aguas de Melilla.

La Guardia Civil reanudó ayer en colaboración con patrulleros marroquíes la búsqueda de los cadáveres de subsaharianos que naufragaron a unas cuatro o cinco millas de Melilla. La Subdelegación del Gobierno informó de que los restos mortales de los inmigrantes fueron avistados por primera vez el sábado por el buque «Sorolla», de la compañía Transmediterránea. Poco después de salir del puerto de Melilla rumbo a Almería a las 15:30 horas avisaron a Salvamento Marítimo del avistamiento de los cuerpos. En coordinación con las autoridades marroquíes, un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) procedió inmediatamente a la recogida de los restos de los inmigrantes, que fueron llevados a tierra en Marruecos al encontrarse los cadáveres en aguas de su jurisdicción. La ONG «Caminando Fronteras» informó de que 47 subsaharianos viajaban en la patera volcada y de que «no se esperan supervivientes».

Los inmigrantes que embarcan en las pateras en Marruecos para cruzar el Estrecho con rumbo a las costas españolas pagan cada uno entre 1.500 y 2.000 euros por el viaje, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. Un corto trayecto hacia el sueño europeo que en no pocas ocasiones termina con la muerte.

Pese al elevado «pasaje» que abonan, su seguridad no está para nada garantizada. En los últimos tiempos se han dado al menos dos casos en que el responsable de la patera acercó a los inmigrantes hasta las proximidades del puerto de Melilla y allí los lanzó al mar a sabiendas de que sería la Guardia Civil, y, en concreto los GEAS, los que se encargarían de rescatarlos. Determinadas ONG parecen estar perfectamente informadas de algunos de los planes de los inmigrantes, que es tanto como decir de las mafias que organizan los viajes. Lo cierto es que cuando se inicia el trayecto se preocupan de que Salvamento Marítimo tenga conocimiento de lo que ocurre, con el fin de que acuda a la zona para evitar males mayores.

De momento, las mafias concentran su labor en las pateras, pero no hay que olvidar, agregan las fuentes consultadas, los 1.500-2.000 subsaharianos que permanecen acampados en el Monte Gurugú, en las proximidades de la frontera con Melilla, y que en cualquier momento pueden volver a organizar «saltos» más o menos numerosos.

El último informe de Frontex, correspondiente al segundo trimestre de 2017, alerta de un aumento del 150% del número de entradas ilegales respecto al mismo periodo de tiempo del año anterior, lo que supone el quinto trimestre consecutivo en el que se observa un aumento de inmigrantes. «La situación inestable en el Rif de Marruecos ha creado una ventana de oportunidad para más salidas desde la costa oeste europea», dice el informe.