La Rioja
El restaurante de un pueblo español de 78 habitantes que ha enamorado al crítico gastronómico del "New York Times"
La comida casera de un pequeñísimo pueblo de La Rioja resuena incluso en el extranjero gracias al restaurante Casa Irene
Como enuncia el mismo New York Times: "Si está dispuesto a desafiar la carretera estrecha y montañosa que serpentea entre La Rioja y Castilla y León, será recompensado". Como premio, un pequeño pueblo ubicado en el valle del Najerilla, llamado Viniegra de Abajo, cuya población no excede las 80 personas. Lo cierto es que, entre las montañas y la naturaleza, se deja entrever la verdadera vida del campo: vacas pastando, la calma y el aire fresco.
Allí, donde no parece haber nada, se encuentra el restaurante Casa Comidas Irene, con 20 asientos ubicado una casa tradicional con techos de vigas de madera. Este restaurante abrió sus puertas en 2013 bajo la ilusión de Irene Sobrón, y su modelo de negocio se basa en ofrecer un solo menú del día con tres platos, más el vino de la casa, por 22 euros. "El menú de almuerzo es entregado verbalmente a la mesa por Ana Montero, la única camarera del restaurante", comenta Sobrón para el New York Times.
Casa Comidas Irene llamó la atención estando en el medio de la nada
Irene ha logrado hacer un gran negocio de la nada. Según El Correo, el restaurante nació como resultado de la mala gestión administrativa de un emprendimiento anterior con su marido, y ahora se dedica a servir un menú tradicional que no cambia mucho: cinco primeros y cinco segundos a elegir. Para el primer tiempo, un timbal de patata, un tazón con capas de relleno de chorizo, puré de papas con huevo frito encima, o una sopera con un abundante guiso de chorizo ahumado y frijoles rojos.
Como plato principal, manitas de cerdo bañadas en salsa de tomate, tres albóndigas grandes de cerdo en una salsa de naranja ligeramente dulce, un plato de venado de sabor muy intenso en salsa de champiñones, o sangrecilla de cordero; y como postre, las famosas torrijas. La mayoría de los ingredientes provienen de las huertas del pueblo, donde se cultivan calabacín, acelga, borraja, judías, remolacha, entre otros.
El New York Times reconoce el sabor rico y rústico de La Rioja
Desde muy lejos, el New York Times ha reconocido algunos de los negocios familiares y caseros más deliciosos ubicados en los pueblos más recónditos de La Rioja. Curiosamente, estos son muy conscientes de que no se trata de restaurantes con estrellas Michelin, sino de lugares rústicos con mucho sabor, y un vino muy asequible que caracteriza la región. En los cinco restaurantes nombrados se respira un ambiente familiar, como si todos allí se conocieran desde hace años, y el paisaje no deja de sorprender, incluso al local, con sus viñedos y montañas verdes.
Para los pequeños restaurantes aquí mencionados, ponerse en el radar de un diario como el New York Times es una oportunidad importante. No obstante, para Irene Sobrón es solo una anécdota; el negocio seguirá siendo un restaurante casero que se hace un nombre entre los veraneantes y se sustenta gracias a lo que le brindan los productores de Viniegra de Abajo y los pueblos cercanos.
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