Volcán

Los Reyes consuelan a una población aún conmocionada en La Palma

Felipe VI y Letizia se reunieron con representantes de las familias que aún sufren las consecuencias de la erupción del Cumbre Vieja

Los Reyes examinan la reconstrucción de La Palma y escuchan las quejas de los afectados por su lentitud
Los Reyes examinan la reconstrucción de La Palma y escuchan las quejas de los afectados por su lentitudEuropa Press

Los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, regresaron la tarde de este viernes a uno de los lugares más emblemáticos de la tragedia de la erupción del Cumbre Vieja en La Palma: la plaza de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, zona cero del avance de la lava. Allí, hace 44 meses, Don Felipe y Doña Letizia se acercaron a consolar a una población conmocionada. Ayer volvieron para escuchar, apoyar y comprobar en primera persona cómo sigue el proceso de reconstrucción de la isla.

Uno de los testimonios más emotivos fue el de una pareja que, además de su hogar, perdió su negocio familiar, una pequeña empresa emblemática de la zona, muy conocida en el barrio arrasado de Todoque. Se evocó la pérdida de un lugar muy querido por vecinos y turistas, símbolo de décadas de trabajo conjunto. Hoy tratan de reconstruir su actividad en una nueva ubicación, pero arrastran el dolor de ver desaparecer en segundos lo que construyeron durante media vida.

Estuvieron también agricultores que vieron sepultadas sus fincas por la lava o quedaron sin acceso al agua de riego. Representando al sector, participaron trabajadores de distintas edades y municipios, entre ellos un hombre de avanzada edad que, pese a haberlo perdido todo, sigue activo en su comunidad, colaborando en eventos sociales y participando incluso en carreras de montaña. Un ejemplo de entereza y espíritu palmero que no pasó desapercibido.

A este encuentro acudieron también 17 vecinos sugeridos directamente por los alcaldes de los tres municipios más afectados –El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte–. Se trata de ciudadanos que, sin formar parte de asociaciones ni colectivos, han sido escogidos por su capacidad de expresar vivencias compartidas. Son hombres y mujeres que han canalizado la resiliencia de sus localidades, aportando ejemplo y ayuda en medio del caos.

Una parte especialmente sensible del encuentro fue la dedicada a la infancia. Los Reyes se interesaron por la evolución académica y emocional de los hijos de las familias afectadas. Directores de centros educativos compartieron con ellos cómo fue retomar las clases, ayudar a los menores a procesar el trauma y devolverles la estabilidad. En muchos casos, los colegios se convirtieron en los únicos espacios de rutina segura durante meses.

Doña Letizia, muy cercana en todo momento, preguntó por las actividades de refuerzo psicológico y la implicación de las comunidades escolares en mantener viva la red social del alumnado. Don Felipe se mostró especialmente interesado en cómo ha evolucionado el tejido educativo, así como la recuperación de infraestructuras en los tres municipios más damnificados.

Este regreso de los Reyes no solo simboliza el seguimiento de una tragedia, sino un ejercicio de memoria activa. La visita de ayer no se ha planteado como un cierre, sino como un paso más en unproceso que aún no ha terminado. Los trabajos de reconstrucción avanzan, sí, pero con lentitud, ynel recuerdo de lo perdido sigue pesando.

Don Felipe y Doña Letizia no ocultaron la carga emocional que supone volver al mismo lugar donde, hace 44 meses, vieron las primeras columnas de humo. Aquel 19 de septiembre de 2021 cambió La Palma, pero también dejó una huella en quienes lo vivieron de cerca. Ayer por la noche, con un tono más esperanzador, los Reyes escucharon las voces de una isla que no se rinde, que sigue reconstruyéndose desde la raíz y que agradece, más allá de los titulares, la cercanía real.

El encuentro concluyó con abrazos, palabras privadas y múltiples muestras de agradecimiento por parte de los asistentes.

Los Reyes abandonaron la plaza entre aplausos y con la promesa, no explícita pero sí sentida, de seguir estando cerca. Como dijo una de las asistentes, una agricultora de Tazacorte: «Nos vieron el primer día, nos vieron cuando lo perdimos todo. Hoy han venido a ver cómo seguimos luchando. Y eso, para nosotros, vale mucho».

Pero la visita no ha estado exenta de críticas. A la par que los Reyes mantenían este emotivo encuentro, representantes de varias plataformas ciudadanas mostraban su malestar por lo que consideran una «visita exprés» y sin contacto real con el tejido asociativo que ha canalizado el sufrimiento, la rabia y las esperanzas de miles de palmeros en estos casi cuatro años.

Juan González, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Erupción Volcánica de Cumbre Vieja 2021, lamentaba que la reunión haya durado apenas 15 minutos y que, una vez más, «la verdad se maquille para quedar bien». En declaraciones a Europa Press, denunció «mentiras y engaños» en la gestión de la reconstrucción y exigió más participación ciudadana: «Debemos poder decidir dónde vivir, no que nos impongan dónde ponernos. Es nuestro futuro, y no pueden construirlo sin nosotros».

A pesar de las críticas, la presencia de los Reyes ha sido valorada por muchos como un acto de apoyo moral necesario. «Nos da ánimo ver que no se han olvidado de nosotros», comentaba una vecina de La Laguna, emocionada tras ver a Doña Letizia abrazar a una de las madres que perdió su vivienda y su negocio. Otros destacaron que, aunque breve, la visita ha sido «cercana y necesaria».

Las asociaciones, sin embargo, insisten en que la Casa del Rey puede ir más allá del gesto. «Como Reyes de España pueden ser intermediarios en la búsqueda de una reconstrucción digna y efectiva», concluye la carta enviada, con un ruego final: que la salud y el

bienestar de los ciudadanos del Valle de Aridane «sean siempre la prioridad».