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Cumbre del clima

Sánchez lleva a la COP29 la tragedia de Valencia

El presidente asegura en este foro internacional de Bakú que «el cambio climático mata»

El presiente Sánchez, en la COP29 ANATOLY MALTSEVEFE

Los participantes de la COP29 (197 países y la Unión Europea) reunidos en Bakú, la capital de Azerbaiyán, acordaron ayer «normas estrictas para un mercado centralizado del carbono» en el marco de la Organización de Naciones Unidas (ONU), según explicó en una rueda de prensa el negociador principal de la Cumbre del Clima, Yalchin Rafiyev; y el secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell. «Esta será una herramienta que cambiará las reglas del juego para dirigir recursos al mundo en desarrollo y nos ayudará a ahorrar hasta 250.000 millones de dólares al año en la implementación de nuestros planes climáticos», subrayó Rafiyev en declaraciones recogidas por Ep.

Y en medio de las numerosas propuestas y declaraciones que, como siempre, tienen lugar en este foro climático, llegó el presidente Pedro Sánchez para trasladar a los mandatarios la relación entre el cambio climático y la tragedia que ha provocado la DANA en Valencia. Con ello, quiso apelar a la conciencia de la comunidad internacional con el fin de que reaccione ante la evidencia de que «el cambio climático mata», deje de «arrastrar los pies» y combata a los negacionistas.

Ante el resto de líderes presentes, el jefe del Ejecutivo, según recogió Efe, recordó también que más de 300.000 personas fueron víctimas del cambio climático el año pasado, mientras que la reciente DANA que ha golpeado al Levante español «es el mayor desastre natural de la historia del país» con 222 fallecidos y aún numerosos desaparecidos.

Según el presidente Sánchez, el planeta está dando señales cada vez más claras de que si no se actúa, habrá más sequías, olas de calor, lluvias torrenciales, incendios y enfermedades, y muchos sectores económicos colapsarán, mientras que cientos de ciudades y pueblos se volverán inhabitables por la subida del mar y de los termómetros.

Se trata, aseveró, de una «amenaza existencial» ante la que lamentó que muchos gobiernos titubeen y frenen el paso, nieguen la evidencia e, incluso, vuelvan atrás, al petróleo, a los vehículos de combustión y a la desregulación «sólo para que los ricos sigan haciéndose más ricos» aún a sabiendas de que se camina al desastre de todos. «No podemos permitirlo», sentenció, antes de afirmar que se sabe cuál es el problema y cómo resolverlo sin necesidad de medidas drásticas ni de volver «a la Edad de piedra», porque se trata no de decrecer, sino de crecer de manera más responsable.

Por otra parte, el secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, confesó que «el empeoramiento de los impactos climáticos aumentará la inflación a menos que todos los países puedan tomar medidas climáticas más audaces». «La crisis climática se está convirtiendo rápidamente en un asesino de la economía». De momento, Brasil anunció ayer que se comprometem a reducir en un 67% sus emisiones contaminantes para 2035.