Un niño de cuatro años ha sido secuestrado y degollado en India. Las primer investigaciones apuntan a que se trata de un sacrificio humano en un ritual en Prakasam. Nada más conocerse la noticia, los vecinos se tomaron la justicia por su mano y atraparon al responsable, lo golpearon y lo quemaron vivo por hacer magia negra con el menor. La Policía logró rescatarlo y trasladarlo a un hospital pero se encuentra en estado critico.

La Policía informó que el chico fue raptado en el centro del pueblo, donde acudía al colegio. Cuando el menor no regresó a casa, la madre acudió al colegio, donde le indicaron que se había marchado a casa. Normalmente iba acompañado por una chica, pero en esta ocasión no fue así. La niña dijo que se lo había llevado un vecino. Cuando llegaró a la casa del vecino, dijo que no sabía nada. Pero la madre sospechaba que algo malo pasaba y entró en la casa, donde encontró el cadáver del niño, decapitado. Cerca del cuerpo había un recipiente ensangrentado como ofrenda a alguna deidad. Antes de desmayarse, la mujer logró salir de la casa a pedir ayuda. Al escuchar los gritos, los vecinos acudieron rápidamente y se horrorizaron con la escena. El responsable había huido y salieron a buscarlo. Pronto dieron con él y lo golpearon, lo ataron y lo incendiaron por brujería y asesinato.