La televisión te escucha

Juan Scaliter- A través de la voz se puede interactuar con algunos smart TV, pero esto también puede conllevar ser víctimas de «hackeo»

Parece un hecho salido de la imaginación de Orwell, más precisamente de su novela «1984». En una habitación, mientras una familia cualquiera habla de su vida privada, una caja escucha cada mínimo comentario. Pero no es ciencia ficción, sino su hermana más sorprendente: la realidad.

Pocos días atrás, numerosos usuarios de los Smart TV de Samsung recibieron una comunicación de la firma surcoreana que advertía, en su política de privacidad, de lo siguiente: «Por favor, sean conscientes de que, si al hablar frente al televisor, se incluye cualquier información personal o sensible, también se incluirá dentro de los datos almacenados que serán transmitidos a un tercer asociado a través del sistema de reconocimiento de voz».

Los nuevos televisores inteligentes de Samsung poseen la tecnología que les permite recibir órdenes a través de la voz. Grabar programas, subir o bajar el volumen, cambiar de canal, etc. El sistema funciona del siguiente modo: al encender la televisión, se puede observar un icono de un micrófono en color azul, esto indica que el reconocimiento de voz está activado. Cada vez que damos una orden, los datos son transmitidos a un servidor que los procesa, busca el contenido solicitado y lo envía otra vez a la televisión. Ese servidor sería del tercer asociado que Samsung menciona en su política de privacidad. ¿Y quién es? Después de leer cuidadosamente el contrato de 46 páginas para encontrar una mención, resulta imposible saber un nombre. Pero buscando entre las empresas más reconocidas de software de reconocimiento de voz, el camino se aclara. Se trata de la firma Nuance. Esta empresa, especializada en software, trabaja para diferentes agencias de inteligencia, fuerzas militares y gobiernos de diferentes países. En 2013 generó más de 1 billón de euros. En cada contrato que firma existe una política que impide que sea mencionada, solo ellos tienen la potestad de decir para quién trabajan. Pese a ello, se rumorea que es la firma detrás de la cual se esconde Siri, la voz del smartphone de Apple. Y son ellos mismos quienes en su página web declaran que son los responsables del software detrás de los televisores Samsung. Y, para cerrar el círculo, Nuance también anuncia que puede utilizar todas tus conversaciones, pero sólo con el objetivo de mejorar el sistema y hacerlo más efectivo.

Para evitar cualquier conato de paranoia a este respecto, basta con ir a ajustes y bloquear el uso del reconocimiento de voz. Con esto, obviamente, se pierden la mayoría de las órdenes disponibles (algunas, como cambio de canal o volumen, pueden seguir activas dependiendo del modelo). Pero se evita la transmisión de datos. Y la sensación orweliana de que no estamos solos.

Aún así, no vale la pena entrar en modo «estamos siendo controlados». Se trata simplemente de un reconocimiento de voz similar al que tienen otros gadgets. Los coches lo poseen en el sistema de navegación, al que le informamos el destino al cual nos dirigimos. El iPhone por medio de Siri y los smartphones con sistema operativo de Microsoft tienen a Cortana. El dispositivo (mezcla de smartphone, radio, altavoz y buscador web) Echo, de Amazon, también funciona con reconocimiento de voz. Al igual que la consola de videojuegos Xbox One y su versión Kinect. Esta última fue objeto de intenso escrutinio en los últimos años debido a que no sólo almacenaba grabaciones de voz. También guardaba imágenes. Por ello no es extraño que Microsoft en su contrato de servicios comente: «No debería suponer tener ningún nivel de privacidad en relación al uso de las características de comunicación en vivo (por ejemplo voice-chat, vídeo o comunicaciones en juegos on-line). Podremos supervisar estas comunicaciones todo lo que la Ley nos permita». Muchos jugadores se quejaron de que Kinect también «escuchaba» sus conversaciones en Skype y las denuncias y alertas llegaron a tal nivel que, aunque suene bizarro, Microsoft debió negar públicamente que la cámara infrarroja de esta consola fuera tan avanzada como para ser capaz de deducir la forma de los genitales de los jugadores.

Todo esto no hace más que confirmar los comentarios que unos años atrás hizo el ex-director de la CIA (la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos) David Petraeus: «Esto es lo que va a traer consigo internet, los espías ya no tendrán que poner un micrófono o una cámara en nuestros hogares. Lo habremos hecho nosotros por ellos». Y es que cualquier dispositivo que esté conectado a la red puede ser objeto de hackeo. Aúun un televisor. Así lo demostraron los investigadores Aaron Grattafiori y Josh Yavor de la empresa de seguridad ISEC Partners, quienes «crakearon» justamente un Smart TV de Samsung. Lo que hicieron fue acceder, mediante un virus, a los sistemas de mensajería y chat del televisor y desde allí tomar el control de todo lo que allí había: programas, contactos con las redes sociales, solicitar vídeos, etc. De hecho, la TV se convirtió en un sitio perfecto para diseminar el malware, ya que se había utilizado para acceder a Facebook y Twitter, lo que permitió que los investigadores esparcieran su mensaje pirata a otros dispositivos.

Para evitar esto, lo más seguro sería desconectar el televisor de internet. Pero eso haría inútil su compra. Por lo tanto, los expertos recomiendan, para reducir las posibilidades de ser objeto de ataques informáticos, no entrar en páginas de internet desconocidas, no utilizar el aparato para enviar correos electrónicos o navegar por las redes sociales y descargar todas las actualizaciones recomendadas por el fabricante. Con ello estarán bastante seguros.