Verano
¿A qué temperatura debes poner el aire acondicionado para que consuma menos?
Por cada grado que se baja por debajo de este umbral, el consumo energético puede incrementarse entre un 7 % y un 10 %
Con la llegada del calor extremo y el uso del aire acondicionado como alternativa, muchos hogares españoles se enfrentan a la duda de cuál es la temperatura ideal para mantener el confort sin que se dispare la factura eléctrica.
Un error común que sale caro cada vez que encendemos el aire acondicionado
Uno de los errores más habituales durante el verano es encender el aire a temperaturas muy bajas pensando que así enfriará más rápido.
Sin embargo, esta práctica no solo no es eficaz, sino que obliga al compresor del sistema a trabajar al máximo, generando un gasto innecesario y un mayor desgaste del aparato.
No se trata de enfriar rápido, sino de hacerlo de forma eficiente y constante, advierten los especialistas.
Además, este uso inadecuado puede contribuir a problemas respiratorios debido al aire excesivamente seco y frío, y al mal mantenimiento de los filtros, donde pueden acumularse polvo y bacterias.
La temperatura más responsable del aire acondicionado
Expertos en climatización y eficiencia energética coinciden en que ajustar el aire acondicionado entre los 24 y los 26 grados centígrados es la mejor estrategia para refrescarse sin derrochar energía.
En concreto, establecer el termostato en torno a los 25 °C permite un equilibrio óptimo entre bienestar térmico y consumo moderado, según han indicado fuentes como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) o fabricantes como Daikin.
Además, por cada grado que se baja por debajo de ese umbral, el consumo energético puede incrementarse entre un 7 % y un 10 %, lo que se traduce directamente en un aumento notable en la factura mensual de electricidad.
Temperatura estable y buen mantenimiento
Para lograr una refrigeración eficiente, los técnicos recomiendan evitar apagarlo y encenderlo constantemente, y realizar una limpieza regular de los filtros.
También se aconseja cerrar puertas y ventanas, bajar persianas en las horas más calurosas y combinar el aire acondicionado con ventiladores, lo que permite distribuir mejor el aire fresco y subir algún grado el termostato sin perder confort.
Por otro lado, se debe evitar un choque térmico excesivo entre el interior y el exterior. Lo ideal es que la diferencia de temperatura no supere los 7 u 8 grados. Así, si en la calle hay 32 °C, el aire acondicionado no debería estar por debajo de 25 °C.
Ahorro real en la factura
Ajustar la temperatura a 25 °C y mantener buenos hábitos de uso puede suponer un ahorro de entre 15 y 30 euros al mes en hogares que utilizan el aire acondicionado de forma intensiva.
A medio plazo, además del beneficio económico, esto se traduce en un menor impacto medioambiental y una mayor vida útil del equipo.