
Salud
La edad y el sedentarismo, tras la insuficiencia venosa crónica que padece Trump
El presidente de EE UU presenta cierto sobrepeso y un patrón alimenticio poco adecuado

La insuficiencia venosa crónica que ha sido diagnosticada al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es una patología que tiene que ver con la edad (tiene 79 años) y con un estilo de vida sedentario, tal y como ha explicado en una entrevista con Europa Press Infosalus el investigador, cardiólogo y médico deportivo en el i-Shape de la Universidad Europea, el doctor Francisco José Martín Gómez.
"Como fotografía de la insuficiencia venosa crónica tenemos que tener en mente a esta abuelilla con las piernas hinchadas, con edemas en los tobillos, con venas varicosas, que tiene pesadez, dolores y calambres, y que tiene cambios de la coloración de la piel a nivel de las tibias y de los tobillos", ha detallado el especialista.
Martín ha querido diferenciar la insuficiencia venosa crónica del 'síndrome de apretón de manos', que este último no es un término médico, sino más bien una forma "humorística o crítica" de referirse al estilo de apretar la mano de Trump, caracterizado por ser "fuerte y dominante, con movimientos repetitivos prolongados y con un contacto visual intenso".
"Esto en principio no forma parte de ningún cuadro neurológico o psicológico, y mucho menos que tenga relación con la insuficiencia venosa crónica. Más bien, tiene una interpretación psicológica, incluso política, de lenguaje corporal, sugiriendo una forma de demostrarse al mundo como muestra de poder", ha detallado.
Tras ello, ha aclarado a que la confusión se debe a las referencias sobre la "pigmentación característica" de las manos de Trump, con coloraciones más oscuras y amoratadas, pero que tienen que ver con el uso de la aspirina para prevenir eventos cardiovasculares, especialmente si se tiene en cuenta que Trump presenta cierto sobrepeso y un patrón alimenticio poco adecuado.
De hecho, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ya había informado de que esto tenía que ver con un efecto secundario "benigno y conocido" del tratamiento que se le estaba aplicando para una "leve irritación de los tejidos blandos causada por el apretón de manos frecuente y el uso de aspirina, que se toma como parte de un régimen estándar de prevención cardiovascular".
Tras ello, Gómez ha hecho hincapié en la falta de relación entre ambas cuestiones y que no provoca una diferencia en el control de la fuerza en las manos, pues la insuficiencia venosa crónica tiene "sobre todo" expresión a nivel de las piernas, provocando que la sangre se acumule en el sistema venoso por un fallo en las válvulas de las venas, provocando inflamación, edema y dolor.
"Esta insuficiencia venosa crónica está relacionada con una de avanzada, a veces también se relaciona con el sedentarismo, trabajos prolongados... por eso se recomienda el uso de unas medias de compresión, que probablemente las use (...) Donald Trump tiene ya 79 años, es muy frecuente y la mayoría de las personas con esa edad tienen cierta insuficiencia venosa crónica", ha insistido.
Entre sus posibles complicaciones se encuentra la trombosis venosa profunda, algo que la Casa Blanca ya ha descartado, y que consiste en que un pequeño trombo se introduce en el sistema venoso profundo, pudiendo taponar las arterias y provocar un tromboembolismo pulmonar.
"En el caso de Donald Trump (...) se ha descartado que esa sensación que tiene en las piernas de acumulación de líquidos tenga un origen en el corazón, y hacen mención a que ha perdido algo de peso respecto a su anterior Gobierno, y que están intentando hacerles cambios dietéticos", ha agregado Gómez.
Además, ha expresado que los síntomas son diferentes, pues mientras que la trombosis venosa profunda generalmente produce un dolor profundo e hinchazón, pudiendo llegar a confundirse con una rotura muscular; en el caso de la insuficiencia venosa crónica se produce un dolor más persistente, y que a veces se ve como "un cordón palpable y durito debajo de la piel", que acaba formando varices.
Como una vez que aparece es "difícil" revertirla, Gómez ha destacado la importancia de la prevención, evitando estar mucho tiempo de pie o sentado y que, en estos casos, la mejor estrategia consiste en el uso de medias de compresión.
"Nuestro cuerpo no está preparado biológicamente para tantas horas de sedentarismo. Incluso el ir luego una hora al gimnasio, que te puede repercutir positivamente un poco en lo que es el gasto energético total, (...) a nivel de lo que es profilaxis de la salud venosa no estamos haciendo lo más correcto, porque lo correcto sería hacer pequeñas pausas cada hora, andar un poco...", ha concluido el experto, informa Ep.
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