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Teresa Romero: «No sé lo que falló ni si falló algo, pero no tengo reproches»

Teresa Romero durante la rueda de prensa
Teresa Romero durante la rueda de prensalarazon

Teresa Romero ha pedido respeto para poder recuperarse y agradeció a los médicos que, a pesar de la nefasta dirección política, han demostrado que tenemos la mejor sanidad del mundo.

Era el momento más esperado de los últimos 30 días. Teresa Romero posaba para los medios de comunicación después de haber superado el ébola. Visiblemente emocionada, sentada en una silla de ruedas y acompañada por los médicos que la han atendido durante todo el proceso, la auxiliar de enfermería que se contagió al tratar al misionero Manuel García Viejo estaba feliz. des del pasado sábado, fecha en la que salió del aislamiento, esperaba el momento de poder salir del hospital. Antes, quiso comparecer ante los medios de comunicación para relatar su experiencia. Pidió respeto y repartió agradecimientos a todos los profesionales médicos, empleados de los hospitales de Alcorcón y del Carlos III y a sus vecinos, y lanzó un par de dardos a los políticos.

Romero se bajó de la silla de ruedas, sonriente y antes de comenzar a hablar, miró hacia arriba y lanzó una oración. Gritos de "Tere, Tere"y los aplausos de los presentes aumentaron su nerviosismo. Su marido, Javier Limón, la besó para tranquilizarla. Romero explicó que prefería leer un comunicado y anunció que cuando se recupere volverá para contar su historia, por lo que pidió respeto y que sus abogados responderán por ella hasta ese momento.

"Estoy aquí para daros las gracias. Aún me encuentro muy débil y me vais a permitir que os lea. Pido respeto para poder tener tranquilidad e irme con mi familia, para recuperarme rodeada de los míos, con los que me han hecho luchar por seguir en este mundo. Gracias a Dios y a Santiago Apóstol por estar aquí para contaros mi experiencia. Si Dios hizo el milagro se sirvió de mis compañeros para ello». Debéis estar tranquilos y dejarme descansar", fueron sus primeras palabras.

Al personal médico, le dedicó las mejores palabras: "Han demostrado que tenemos la mejor sanidad del mundo, pese a la nefasta dirección política. Son capaces de obrar milagros yo soy uno de ellos".

Romero afirmó que "cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos, mi familia y a mi marido, al que adoro. Estaba aislada no tenía más contacto con el exterior que el de Javier por el teléfono de la habitación. Y a los profesionales que me demostraron cómo la sociedad luchaba conmigo contra el ébola". Asimismo aclaró que "no sé lo que falló y si algo falló, sólo se que no tengo rencor ni reproches".

Ayudar a otros enfermos

La auxiliar de enfermería se puso a disposición de los médicos si la necesitan para saber algó más sobre el ébola o para ayudar a otros contagiados: "Si mi contagio sirve de algo, aquí estoy. Lo mismo hizo la hermana Paciencia. Estoy deseando encontrarme con ella y darle un abrazo. Nunca le estaré lo suficientemente agradecida. Si con mi sangre se puede ayudar a curar a otros enfermos, aquí estoy hasta quedarme seca".

Romero no se quiso olvidar de sus vecinos, de los que se mostró orgullosa. "Saben que no somos gente de jaleos y les agradecemos su paciencia por el miedo que han pasado, por la presencia de los medios de comunicación y las molestias que han podido sufrir. Esperamos volver a la normalidad cuanto antes". Para finalizar, insistió en que "llega el tiempo de descansar r y de que me recupere para transmitiros mi experiencia. Gracias de todo corazón".

Finalmente recordó que primero va a recuperarse y que después comparecerá de nuevo para contar su experiencia. De momento, instó a los medios s dirigirse a sus abogados, que son los que iniciarán acciones legales por el sacrificio de su mascota y contra el consejero de Sanidad, por acusarla de mentir. "Tere no se ha referido a una cosa, porque se emociona demasiado: nuestro perro Excalibur", dijo Javier Limón. "Tengo un recuerdo inolvidable, lo considerábamos como el hijo que nunca tuvimos. Los que tienen mascotas lo entenderán. A nadie le importó lo relevante que era para una familia como nosotros". Así, aseguró que "fue ejecutado sin poder alegar. En EE UU hemos visto que no ha sido necesario, y que es una oportunidad científica perdida".

30 días en aislamiento

Romero recibió el alta a primera hora de la mañana, después de 30 días en aislamiento, y decidió dar una rueda de prensa después de que los médicos comparecieran ante los medios para agradecer el trabajo de los profesionales médicos. El equipo médico ha detallado a su vez que el trabajo y la profesionalidad "han sido máximas"para sacar a la paciente adelante, a pesar de que en varios momentos temieron por su vida. El momento estuvo cargado de emotividad, algunos de los médicos con lágrimas en los ojos reflejaban el sufrimiento y alegría a la vez por haber logrado salvar a la primera paciente infectada con ébola fuera de África. Además, quisieron dar un mensaje claro y conciso. "Teresa puede hacer vida normal y no hay ningún riesgo de contagio".