El truco de una experta de limpieza para eliminar las manchas de cal de la mampara: "Solo necesitas papel de horno y cinco minutos"

El cuarto de baño, ese espacio imprescindible en cualquier hogar, suele ser también el lugar donde la suciedad, la cal y los malos olores se instalan con mayor facilidad. Limpiarlo a diario es una rutina habitual, pero no siempre se consigue el resultado deseado, especialmente en las mamparas de cristal, que tienden a acumular manchas y restos de cal que empañan su transparencia. Una experta en limpieza comparte sus trucos más eficaces para mantener el baño impecable y libre de incrustaciones, con métodos sencillos y productos habituales en casa.

La mampara de la ducha, sobre todo si es de cristal, es una de las zonas más difíciles de limpiar. Las gotas de agua, el jabón y la cal forman una combinación que, con el tiempo, deja marcas visibles y difíciles de eliminar. La experta recomienda un truco poco convencional: el papel de horno. Humedecido hasta adquirir la textura de una bayeta, este material se convierte en un aliado perfecto para limpiar la mampara. Su textura ligeramente abrasiva, pero no agresiva, permite eliminar la cal y las manchas de agua sin rayar ni dañar el cristal. El papel de horno, además, absorbe la suciedad y la cal con facilidad, dejando la superficie reluciente y transparente.

Pero la limpieza del baño no se limita solo a la mampara. Los azulejos, por ejemplo, suelen acumular suciedad, moho y restos de jabón. Para mantenerlos limpios, la experta sugiere utilizar una mezcla de agua y amoníaco. Mojando la bayeta en esta solución y escurriéndola bien, basta con pasarla por los azulejos para eliminar la suciedad más resistente. El amoníaco actúa como un potente desinfectante y desincrustante, ideal para superficies que requieren una limpieza profunda. Eso sí, es importante usar guantes y ventilar durante su uso, ya que sus vapores pueden resultar irritantes.

Otro punto clave en la limpieza del baño es la alfombrilla de la ducha, que tiende a acumular humedad y malos olores. Para evitar este problema, la experta recomienda espolvorear bicarbonato de sodio antes de lavarla en la lavadora. El bicarbonato, gracias a su capacidad absorbente y a sus propiedades antibacterianas, ayuda a eliminar la humedad, el moho y los olores desagradables, dejando la alfombrilla fresca y limpia.

Los desagües también requieren atención especial. Para evitar atascos y malos olores, la experta aconseja realizar una limpieza mensual con una mezcla de agua caliente, bicarbonato y vinagre. Esta combinación desincrusta la suciedad, elimina los malos olores y mantiene los desagües en perfecto estado.