Accidente de tren en Santiago

Un barrio con insignia de oro

Un vecino de Angrois junto los restos del campo de la feria que fueron destrozados tras el descarrilamiento de un tren Alvia
Un vecino de Angrois junto los restos del campo de la feria que fueron destrozados tras el descarrilamiento de un tren Alvialarazon

Sólo cinco kilómetros separan Angrois del centro de Santiago, pero la tragedia del Alvia lo ha convertido en un municipio. Y es que la humanidad de sus vecinos ha trascendido fronteras. «Los vecinos de Angrois son héroes». Esta frase aparece en todos los medios de comunicación desde fatídica noche del miércoles. Y, aunque algunos piensan que podrían haber hecho más, todos los españoles y, en especial los gallegos, les admiran.

El Ayuntamiento de Santiago no iba a ser menos y ayer por la mañana, la junta de portavoces decidió conceder la medalla de oro de la ciudad a los vecinos de este barrio por «su actitud ejemplar». Entre los motivos que sostienen, el consistorio asegura que todos los vecinos se volcaron en el auxilio a las víctimas. No sólo llevaron mantas, maderas, sábanas, toallas o agua, también aportaron picos y hachas para ayudar a excarcelar a los viajeros. Como han ido relatando los distintos vecinos, todos salieron corriendo a auxiliar a las víctimas en cuanto oyeron el descarrilamiento. «No quedó una sola persona en casa», afirma Pilar Ramos, dueña del bar Rozas O Tere. Ayer, cuando LA RAZÓN le preguntaba cómo se sentía con esta concesión, no daba crédito: «¿De verdad? No me lo esperaba». Otro de los grandes héroes, «el chico de rojo», como conocen los medios a Abel Rivas por la llamativa camiseta que llevaba el día del accidente, tampoco sabía que el Ayuntamiento había decidido concederles la medalla de oro: «No tenía ni idea. No sé si es mucho», afirma desconcertado. Aún más le impacta el movimiento ciudadano que se ha organizado en la plataforma change.org y que está recogiendo firmas para que les concedan el Premio Príncipe de Asturias. «Yo ya he firmado», asegura Paula, que acudió ayer a la plaza del Obradoiro para poner unas flores a las víctimas.

En el entorno de la ciudad compostelana, Patricia Castañeira también acude a rendir homenaje a los viajeros que perecieron en las vías del tren: «Mi marido fue uno de los policías que acudió a socorrer a los pasajeros y se quedó atónito con la labor de los vecinos». Su esposo va detrás y, aunque no quiere dar su nombre y es reticente a explicar el suceso, asiente cada una de las frases de su mujer. Además, «en el momento que llegamos nosotros seguían cada una de las cosas que les decíamos. Sabían hasta dónde podían llegar e intentaban coordinarse». Abel Rivas lo recuerda igual: «Al principio intentábamos hacer todo lo posible, pero tampoco sabíamos muy bien cómo hacerlo. Cuando llegó la Policía, nos iban explicando qué heridos debíamos llevar a cada sitio».

Los numerosos políticos y representantes institucionales que han acudido estos días al lugar de la tragedia para dar apoyo a familiares y heridos han destacado la solidaridad del hasta ahora desconocido barrio de Angrois. Entre ellos, los Príncipes de Asturias, que se trasladaron el pasado viernes a Santiago, agradecieron el «valor» y «coraje» demostrado por quienes fueron los primeros en acudir a las vías del tren siniestrado. «Sois unos héroes. Se habla de vosotros en todos lados», apuntó el Príncipe Felipe.

«En un momento dado, la vida nos pone a prueba y vosotros habéis demostrado coraje para ayudar en un momento muy difícil. Habéis dado un ejemplo al mundo», les reconoció Don Felipe para también apuntar que acciones como ésta «hacen país, alimentan la fibra moral de la sociedad y la fortalece».