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¿Un bocadillo evitó la muerte de la hija pequeña?

La familia de Alcalá de Guadaíra consumió alimentos comprados
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Queda descartado que la familia fallecida se alimentara de comida recogida de la basura, pues acababan de hacer la compra de Navidad. De hecho, según la consejera andaluza de Salud, María José Sánchez Rubio, tenían en casa alimentos en buen estado y comprados en tiendas.

Aunque continúa el secreto de sumario decretado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaíra, hemos ido conociendo algunos detalles importantes para tratar de esclarecer el triste fallecimiento de un matrimonio y su hija por una supuesta intoxicación alimentaria.

Inicialmente, todos los focos apuntaban a la ingesta de pescado en malas condiciones que podría haber sido recogido en un contenedor de basura de un supermercado cercano al barrio de la Rabesa, lugar en el que residía la familia. Es bien sabido que los fallecidos atravesaban graves problemas económicos y que subsistían con lo poco que podían ganar vendiendo el cartón que recogían durante largas jornadas. Sin embargo, fuentes de la investigación apuntaban a que los alimentos podrían haber tenido contacto con algún tóxico –procedente de algún producto–, de tal forma que habrían muerto por la ingesta de neurotoxinas.

Algunos vecinos aseguraban haber visto en alguna ocasión al padre de familia, Enrique, escarbando a última hora del día entre la basura de supermercados cercanos, algo que, como ya explicábamos ayer, la familia de los fallecidos negaban rotundamente.

Sorprendentemente, cuando los investigadores acudieron al domicilio en el que ocurrieron los hechos, encontraron varios elementos que desmontarían la teoría de una familia que vivía de la caridad y la indigencia: una paletilla de jamón y una cuña de queso. Productos que habían comprado recientemente para su consumo en las fechas navideñas y de los cuales conservaban los tickets, que ya están en poder de la Policía.

Además, según el comunicado que ha enviado el portavoz de la familia, Miguel Ángel López Rosa, sobrino del matrimonio, el padre había prometido a sus dos hijas regalos de Reyes para estas Navidades e incluso tenían planeado visitar la localidad de Azuaga (Badajoz) para visitar a unos parientes.

Ayer a las 13:00 horas los restos mortales del matrimonio, de 61 y 50 años, y el de su hija de 14, eran trasladados desde el tanatorio de San Jerónimo, lugar en el que se practicaron las autopsias, hasta el tanatorio de la SE-30 en el que ser realizó el responso.

A las 19:00 horas, las tres víctimas eran enterradas en el cementerio de Alcalá de Guadaíra en la más estricta intimidad, tal y como solicitaban los familiares en el comunicado.

Parada cardiorrespiratoria

Según fuentes consultadas del Instituto de Medicina Legal, el informe preliminar de la autopsia certifica que las tres muertes se produjeron por una parada cardiorrespiratoria. Con todo, se han enviado muestras a laboratorios de Madrid y Sevilla para que se hagan los análisis toxicológicos pertinentes para poder determinar cuáles han sido las causas de las muertes.

Las primeras hipótesis apuntan a que los tres miembros de la familia que han fallecido cenaron pescado. En cambio, la hija menor, la de 13 años, habría comido algo diferente al resto de su familia. Posiblemente, un bocadillo de jamón.

Ella, la única superviviente, se recupera en el Hospital Infantil Virgen del Rocío y, según ha informado la familia, todavía no sabe nada de lo ocurrido. De hecho, desconoce el trágico desenlace.

Por otro lado, cientos de personas aprovecharon el fatal incidente para concentrarse ayer frente al Ayuntamiento de la localidad sevillana con un objetivo: reclamar más ayudas sociales. El ambiente estuvo muy caldeado y se vivieron momentos de tensión. Se guardó un minuto de silencio en el que se pudieron ver muchas lágrimas de vecinos del barrio, muy emocionados.

El alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, no quiso aparecer frente a las personas allí concentradas, pero finalmente, y tras la insistencia de los allí reunidos, consiguieron charlar con Mariló Gutiérrez, delegada de Asuntos Sociales del Ayuntamiento sevillano. Gutiérrez les prometió que van a entrevistarse con todas las personas que tengan situaciones económicas extremas para tratar de ayudarles. Aun así, para hoy está convocada una nueva concentración en el mismo lugar a las 10: 00 horas.

Mientras, la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta andaluza, María José Sánchez Rubio, explicó ayer que el «equipo de salud pública está interviniendo no sólo sobre los alimentos, sino también sobre productos químicos, agua, gas, etcétera». «Tanto los protocolos sociales como los sanitarios han funcionado y la situación se encuentra actualmente controlada, pendiente de finalizar la determinación de las causas de los fallecimientos en el ámbito judicial», aclaró Rubio, que apuntó a un producto del hogar como detonante de la muerte.