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Un fallo del traje o un error humano, posibles causas
El personal sanitario que atendió a los dos religiosos infectados de ébola siguió un estricto protocolo que ya está establecido y del que disponen todos los centros hospitalarios de las comunidades autónomas. En teoría, los sanitarios han recibido formación sobre cómo colocarse y quitarse el traje para tratar a este tipo de pacientes y el material que entra en contacto con los infectados se incinera para reducir al mínimo los riesgos. El protocolo estaba vigente en el Hospital Carlos III. ¿Qué ha fallado entonces?
Luis Enjuanes, biólogo del CSIC, cree que «pudo deberse a un fallo humano o que la auxiliar tocase material biológico del enfermo, como orina». Expertos de Sanidad Exterior aseguran que «pudo existir un fallo en la formación que recibió el personal sanitario sobre cómo debe quitarse un traje el traje de seguridad. Es lo más peligroso, aparte de sufrir un posible accidente, como pincharse o similar), pero hay distintos aspectos en los que se puede fallar y, posiblemente no estaban tan preparados como se dice oficialmente». Otra vía que tendrá que investigarse es si hubo fallos al colocarse o retirar los trajes de protección, un proceso arduo que puede llevar a error en caso de personal no entrenado adecuadamente. Quizá tampoco se manejaron de forma adecuada los residuos del enfermo. Ayer, el Ministerio de Sanidad, manifestó desconocer las causas que pudieron motivar el contagio. La ministra, Ana Mato, envió un mensaje de tranquilidad a toda la población española y afirmó que se van a investigar las razones que han podido llevar a esta situación. La titular de Sanidad aseguró que si bien el riesgo de contagio es muy bajo «nunca es cero» e insistió en que se siguieron todos los protocolos recomendados por la Organización Mundial de La Salud (OMS) y por la Unión Europea, sobre todo desde que se repatriara a Miguel Pajares, el primer misionero contagiado. «Estamos trabajando para dar la mejor atención a la paciente y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Se están tomando todas las medidas sanitarias para garantizar la salud de la población y del personal que la está atendiendo», aseveró Mato. Por su parte, la Comunidad de Madrid explicó que «el personal sanitario tiene toda la información y los medios necesarios para atender a los infectados». Ahora se abre un periodo de investigación, pero el personal sanitario del Carlos III denunciaba ayer mismo que los trajes con los que se atendió a los dos sacerdotes infectados no cumplían con los requisitos de seguridad necesarios. Según la normativa, es preciso disponer de una indumentaria de nivel 4, lo que significa impermeabilización total, pero la vestimenta era considerada de nivel 2. No cuenta con ventilación, y los guantes son de látex y están sujetos con cinta adhesiva. Lo que se sabe es que la auxiliar de enfermería entró en contacto dos veces con el misionero Manuel García Viejo. La primera de ellas cuando aún se encontraba vivo y, la segunda, una vez fallecido, cuando se produjo la muerte para la limpieza y desinfección. Los enfermeros también han puesto énfasis en el hecho de que el aislamiento de las habitaciones en las que se trató a los dos religiosos infectados contaban con agujeros. «No se encontraba bien impermeabilizado y, mientras que las paredes sí estaban recubiertas de plástico aislante, los techos de pladur no contaban con protección de ningún tipo», explicó un enfermero que atendió al primer religioso.
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