Málaga

Un largo camino para regresar al refugio

La reciente crecida del río en Málaga hizo peligrar la vida de cientos de animales que, desde casas de acogida, esperan a que las protectoras recuperen la normalidad

Voluntarios evacuan a varios perros tras las inundaciones de los centros de acogida en Málaga.
Voluntarios evacuan a varios perros tras las inundaciones de los centros de acogida en Málaga.larazon

La reciente crecida del río en Málaga hizo peligrar la vida de cientos de animales que, desde casas de acogida, esperan a que las protectoras recuperen la normalidad

Bajo un metro y medio de agua quedaron sepultados el pasado domingo los medicamentos, caminos, mantas, camas, mobiliario y alimento de varias protectoras malagueñas afectadas por las inundaciones que descargaron las nubes sobre la región al final de la semana pasada. Twitter, a su vez, se veía también inundado por una marea de peticiones de ayuda y de solícitas respuestas de personas a las que bastaba con saber cómopodían resultar útiles.

Así se organizó un sistema improvisado de cooperación cuyas dimensiones, Lola, portavoz de Galgos en Familia, aún no se cree. «Vienen desde Barcelona para colaborar en la limpieza», cuenta, impresionada.

Y es que, aunque durante toda la semana había llovido de manera casi intermitente, el volumen de agua que cayó el pasado domingo 4 –y que ha sido bautizado en las redes sociales como #TrombaMLG– nadie se lo esperaba. «No había información de que fuera a llover con esa fuerza», se lamenta Lola. De lo contrario, quizá habrían podido tomar medidas de prevención como, por ejemplo, evacuar a los perros. Pero los 176 litros por metro cuadrado que se contabilizaron en Málaga y los hasta 218 que sorprendieron al municipio de Mijas obligaron a improvisar un rescate apresurado y que, gracias a la buena voluntad de los vecinos, salvó muchas vidas.Por su lado, Chantal, desde la Protectora de Animales Domésticos de Mijas (PAD Mijas), explica el porqué de la rapidez de la catástrofe: «El río se rompió y nos encontramos bajo un metro y medio de agua en quince minutos».

Por suerte, gracias a la ayuda de voluntarios, que se han visto en varias ocasiones con el agua –literalmente– al cuello, y a una excelente coordinación, se logró salvar la vida de casi todos los animales. Y es que, como recuerda Lola, «se encontraron con que el camino estaba anegado y, sin dudarlo, antes de pedir auxilio, se echaron a nado para llegar hasta el refugio, donde muchos galgos estaban ya flotando». En Mijas, «se reunieron más de cien e hicieron una cadena humana». Además, ha sido fundamental el ofrecimiento de familias de acogida que han abierto las puertas a animales que no tenían adónde ir.

Los destrozos que sufrieron unas protectoras y otras convirtió en tarea imposible la de acomodar a los animales en su hogar habitual para pasar la noche. Una vez más, la generosidad de los voluntarios impidió que los daños, ya de por sí grandes, fueran mayores. «Un señor de una finca nos dejó improvisar un refugio», agradece Lola. Así, se reubicó a los animales en casas de acogida, donde muchos siguen esperando a que finalicen los trabajos de vuelta a la normalidad. «Algunos de los gatos reubicados han sido adoptados», añade Chantal. Es la parte positiva de una historia que tardarán tiempo en olvidar: que algunos de ellos lo harán desde su nuevo y definitivo hogar.

Los principales refugios perjudicados han sido Galgos en Familia, CYD Santa María, la Protectora de Animales Domésticos de Mijas (PAD) y el Santuario el Hogar de Luis. Todos ellos agradecen una ayuda que ha alcanzado unas dimensiones que todavía les asombra, pero el trabajo que queda por hacer es descomunal. Las protectoras han perdido mobiliario y el material necesario para el cuidado y la manutención de los animales. «Estamos haciendo obras, así que, de momento, los gatos vuelven poco a poco», comenta Chantal. La suerte de poder contar con casas de acogida es inmensa, pero también lo es la urgencia por rehabilitar unas instalaciones cuya función es precisamente esa: acoger. Por eso, desde las asociaciones agradecen toda la colaboración que se ha movilizado, pero piden igualmente que no disminuya su ritmo ni se olvide que las aguas, tras retirarse, han dejado mucho por hacer.

Pacma reclama un plan para estos casos

A raíz de la delicada situación que provocaron las fuertes lluvias, el partido animalista PACMA ha denunciado la necesidad de desarrollar «con carácter urgente» un plan de evacuación de animales ante catástrofes o adversidades meteorológicas, recordando que la falta de un protocolo de actuación para las administraciones públicas obliga a que sean los propios particulares quienes se hagan cargo de los rescates, asumiendo así los riesgos que éste conlleva. Estos peligros no afectan únicamente a los voluntarios, sino que, para los animales, depender de la solidaridad de los vecinos sin disponer de un amparo legal supone una posición de desamparo.