Caso Marta del Castillo

Un preso amplía el informe forense que sustenta su querella contra tres magistrados del Supremo

Villafañe lleva 15 años defendiendo su inocencia y se ha negado a pedir beneficios penitenciarios
Villafañe lleva 15 años defendiendo su inocencia y se ha negado a pedir beneficios penitenciarioslarazon

Guillermo Salvá, abogado de David Villafañe -condenado a 19 años de prisión por el asesinato en 1995 de Marta C. y dos años y seis meses por un delito de estafa continuado en grado de tentativa-, ha presentado esta mañana una ampliación del informe forense que sustenta su querella contra tres magistrados. Esta ampliación pretende para ratificar que los informes forenses que le exculpan y que fueron rechazados como prueba en el recurso de revisión del Supremo tienen validez médica y jurídica y que confirman que la víctima murió por causas naturales y no por asfixia. La negativa a revisar su caso ha llevado a Villafañe a querellarse contra los tres magistrados del Supremo que se negaron a aceptar la nueva prueba. Ahora, el forense Luis Frontela catedrático de medicina legal, especialista en medicina legal y forense, ha ampliado su informe último informe, con el que pretenden que el recurso de revisión salga adelante. Frontela indica que para elaborar su anterior informe tuvieron en cuenta "el contenido de la Diligencia del Levantamiento del cadáver, las declaraciones de las autopsias efectuadas del cadáver, los informes del Instituto Nacional de Toxicología, los diversos informes periciales existentes en las Actuaciones y la historia clínica de la fallecida". Además, apunta que, a pesar de no haber participado en la autopsia de la víctima "realizó la pericia disponiendo de la misma información y conocimiento del cadáver que si la hubiese efectuado". Para ello argumenta que "los hallazgos que los médicos forenses describieron en sus informes fueron acompañados de un completo reportaje fotográfico, por lo que cualquier perito podía mirar a través de las imágenes, lo que también miraban los médicos forenses". Asimismo, recuerda que "el único hallazgo que hubiese precisado filmación en vez de fotografía es el que hacía referencia a la «movilidad de los dientes», no obstante no hacían falta tener imágenes para comprender lo que querían decir los médicos forenses en su expresión «movilidad anormal de los dos incisivos medios superiores»". También explica que "lo importante en la realización de una autopsia medicolegal es «ver», no «mirar». «Mirar» es dirigir la vista a un objeto, en este caso al cadáver. Lógicamente los médicos forenses miraron al cadáver y nosotros también lo miramos a través de las fotografías que recibimos. «Ver» es percibir algo con cualquier sentido o con inteligencia. Pues bien, aunque miramos lo mismo tanto los médicos forenses como este perito, nosotros vimos más, al menos más de acorde con el significado de la ciencia medicolegal, por cuanto interpretamos la movilidad de los dientes, su color sonrosado o rosa, las supuestas marcas o colores producidos por la presión de los dientes y los hallazgos del Instituto Nacional de Toxicología con criterios científicos actuales, invalidando antiguas creencias que la ciencia medicolegal ha sancionado como erróneas y que mantenían los médicos forenses".

Finalmente, recuerda que "hace décadas no se realizaban fotografías de las autopsias de los cadáveres y era importante que para que un perito pudiese opinar, viese también el cadáver. Hoy día, los peritos saben que deben acompañar sus apreciaciones con las fotografías que respaldan los hechos observados a fin de que cualquier otro pueda opinar si está o no de acuerdo con las observaciones y conclusiones realizadas, por ello, nuestro informe de fecha 16 de diciembre de 2013, en relación al fallecimiento de Marta C. tiene plena validez, al igual que si hubiéramos estado presentes en la autopsia realizada, y ello nos condujo a tener la seguridad de que su fallecimiento no fue de etiología homicida".