El virus del Nilo Occidental "despertó" en España en 2020, a pesar de llevar ya tiempo en el país, pero justo el año de la pandemia de la covid fue también el año de este otro patógeno porque sus focos se multiplicaron para temor de los equinos que son, junto a las personas, los más afectados. De hecho, en 2019 se declararon seis focos por los 139 focos del año siguiente, es decir, la incidencia detectada se multiplicó por 20; actualmente la incidencia, sin llegar a ese alto nivel de 2020, sigue elevada. De hecho, el año pasado se detectaron 84 focos del virus: 68 en équidos y 16 en aves silvestres; principalmente en Andalucía, pero también en puntos de Extremadura, Castilla y León, Cataluña, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana, según recoge el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Si hasta hace varios años era un patógeno al que poca atención se le prestaba, ahora los brotes han crecido y eso implica una mayor atención a pesar de que normalmente cursa de forma leve o asintomática en animales y humanos, según los informes de las autoridades sanitarias. Unos informes en los que se revela, no obstante, que el 20 % de los equinos y personas infectadas sufre síntomas relacionados con el sistema nervioso que, en algunos casos, llega a provocar la muerte. El presidente del Consejo Andaluz del Colegio Oficial de Veterinarios, Fidel Astudillo, destaca que se trata de un patógeno "raro desde el punto de vista epidemiológico" porque, técnicamente, es "un enfermedad de aves" pero a los animales que afecta realmente de forma clínica es a "equinos y humanos, hospedadores accidentales". La prevención y protocolos de vigilancia contra el mosquito y sus picaduras son claves y Astudillo apunta a la necesidad de implementar la vigilancia ambiental para tener controladas zonas húmedas donde abundan estos mosquitos. En segundo lugar, es conveniente desarrollar la vigilancia "entomológica-vectorial", es decir, "saber qué mosquitos afectan, zonas de cría, en qué cantidad se crían" y, dentro de los mosquitos, saber qué circulación viral hay entre ellos. En Huelva, una de las provincias afectadas, hay "muchas" trampas puestas en la zona de las marismas del Guadalquivir que se testean periódicamente para captar mosquitos y ver si hay circulación viral. De hecho, la celebración de la romería de la virgen del Rocío este fin de semana supone un reto para las autoridades sanitarias por el gran número de personas y caballos concentrados junto a la marisma. En el caso de confirma la circulación viral, se avisa incluso a la población de la zona y se sube el nivel de alerta para entrar dentro del plan de prevención que tiene diseñado la Junta de Andalucía. La vigilancia de las aves y los equinos es importante; de hecho en se hace una detección activa (toma de muestras) y pasiva (comunicar sospechas), según ha señalado este experto y queda recogido en el plan de vigilancia gubernamental. A los propietarios de equino, por ejemplo, se le hacen recomendaciones con medidas de bioseguridad en el uso y manejo de los caballos para evitar que el mosquito pique. Entre ellas, es recomendable atajar la acumulación de agua en recipientes, evitar la salida del ganado en las horas de mayor actividad del mosquito (amanecer y atardecer), desinsectación periódica de los locales, fumigación con repelentes de mosquitos o colocación de telas mosquiteras en los establos. En todo caso, si hay una sospecha de enfermedad, hay que notificarlo "lo antes posible, o bien a su veterinario particular, a su veterinario de explotación o a la autoridad competente, que en Andalucía son las oficinas comarcales agrarias". Existe una vacuna para los animales por lo que, llegado el caso, este experto es partidario de dispensarla en zonas de alta prevalencia ya que actualmente no es obligatorio para lo équidos. Un dato relevante es que aún se desconoce qué nivel de inmunidad genera el hecho de pasar la enfermedad aunque "probablemente cree cierto" grado. La evolución del patógeno en próximas campañas está aún por ver pero el experto avisa de que las zonas con alta prevalencia pueden ampliarse con el paso de los años, favorecido por el hecho de ser transmitida por mosquitos y porque la temporada de circulación se está ampliando (ya abarca de marzo-abril a finales de otoño) debido a fenómenos como el cambio climático. Por el momento, el objetivo básico de los programa es detectar de forma lo más temprana posible la circulación del virus en animales o mosquitos, que suele preceder la aparición de casos en humanos, lo cual permite a las autoridades de salud pública tomar medidas preventivas para tratar de evitarlo o reducir su impacto.