Galicia

«Somos gente honrada»: contra las tentaciones

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La premisa es sencilla : ¿qué haría si se encontrara con un paquete de 10 kilos de cocaína? Realizada así, sin contextualizar, la respuesta parece que no necesita de mucha meditación, pero si tenemos en cuenta que los halladores de este alijo son dos padres de familia en paro a una edad en la que encontrar trabajo se ha convertido en una odisea, quizá la respuesta no sea tan sencilla. Al menos, no tan inmediata. Éste es el punto de partida de «Somos gente honrada», el debut en el largometraje del cortometrajista Alejandro Marzoa («Padre Modelo» y «Cucharada»), producido por El Terrat y a competición en la sección oficial del pasado Festival de Málaga.

Entre la comedia y el drama

«Si esta película se hubiera hecho ahora, sería todo mucho peor. Los protagonistas posiblemente no tendrían ni casa. En todo caso, "Somos gente honrada"no trata sobre la crisis; es una historia de personajes. En su germen están la crisis de valores, la amistad, la corrupción, la elección de la honradez», explica Jesús Corbacho, productor del filme. Sin duda, la crisis es el contexto de esta cinta rodada en Galicia y protagonizada por Paco Tous, Miguel de Lira, Manuela Vellés y Unax Ugalde. También el motivo por el que los principios de ambos hombres se tambalean hasta meterse en un negocio, el del narcotráfico, que desconocen por completo. «Se escribió hace cuatro años, cuando la situación económica no era tan dura como ahora, y fue evolucionando, pero el agravamiento de la crisis no ha cambiado el guión», explica el director.

El género mismo de la película, una comedia con tintes dramáticos, contrasta a priori con lo crítico de la situación de los dos protagonistas (Tous y De Lira); fue precisamente el tono amable de Marzoa el que convenció a El Terrat. «Mis proyectos –asegura Corbacho– tienen puntos en común entre si sin pretenderlo. Vi los cortos de Alejandro y me gustó la forma que tenía de explicar las cosas, ese tono de no irse ni a la comedia más extrema ni al drama más profundo. Y me interesa esa premisa de que cualquier persona que te encuentres por la calle puede tener una historia detrás que merece la pena ser contada. Son personajes muy creíbles que tienen mucha verdad», añade.

El director, por su parte, defiende su opción «de dirigir la historia de un modo más amable. El tema del narcotráfico es secundario, aunque tampoco evitamos algunas situaciones límite», dice Marzoa, un director formado en la Escac de Barcelona (una de las canteras de directores españoles más importantes de los últimos años) y en la que ahora es profesor que, sin embargo, niega la existencia de una generación: «La gente de la Escac no creo que se sienta como tal porque somos todos muy diferentes. "Somos gente honrada"es una película mucho más convencional de lo que en principio te puedes esperar de esta escuela. Creo que es el ambiente que se respira, que te das cuenta de que estás rodeado de 50 personas con la misma pasión que tú: rodar».